“Hija pródiga”, este es el título del E6 T2 de la serie de Netflix “EASY”.
“Una adolescente da a sus padres de su propia medicina cuando estos la castigan obligándola a ir a misa todas las semanas”, y esta es la sinopsis del capítulo. ¿Algo os hace pensar que esta adolescente es una chica gorda? No, ¿verdad? Pues lo es, es una gordibuena que parece ser la más popular del instituto, es sumamente inteligente y tiene un novio que muchas querríamos. Y, joder, me hizo inmensamente feliz ver que a lo largo de todo el capítulo no se hace una sola mención a su condición física. Su físico no importa NADA. Sí importa su inteligencia, su capacidad de crítica y su generosidad. Y así debería ser siempre pero desgraciadamente en el cine no estamos acostumbrados a eso. La gorda siempre es la amiga acomplejada de la protagonista. Pero en “Easy” no, en “Easy” la gorda es la prota. Y no os hacéis una idea de lo importante que esto me parece. Porque tanto el cine como el teatro lo que hacen es poner en escena situaciones de la vida real, a veces distorsionada, pero de la vida real al fin y al cabo. Y en la vida real existimos las gordas. Gordas con vidas completas, no acomplejadas, inteligentes, con pareja o no, pero felices y realizadas. ¿Acaso no tenemos derecho a vernos reflejadas en la pantalla o sobre las tablas?
Yo soy actriz y siempre he querido interpretar el personaje de “Yerma”. Nunca he podido porque estoy gorda y todos sabemos que Yerma no estaba gorda. Todos lo sabemos pero resulta que, en este caso, Lorca no dejó ni una sola acotación o frase escrita describiendo el físico de su personaje. Y pienso: Yerma fue escrita en 1936 -> yo vuelvo loquitos a todos los abuelos cuando paso por delante de ellos -> estos abuelos son los jóvenes de 1936 -> a los jóvenes de 1936 les gustaban las gordibuenas -> ¿puede que Lorca pensara en una gordibuena cuando escribió “Yerma”? -> ¿por qué yo no puedo interpretar a Yerma si probablemente me acerque más al físico que pensó Lorca que cualquier otra actriz delgada?
Pues no puedo, no puedo porque hoy en día en un escenario o en la pantalla solo vemos físicos normativos y cuando vemos a una gorda lo hacemos en pelis como “Pieles” donde se muestran distintos tipos de malformaciones y la gordura se deja ver como una de ellas (ojo, que “Pieles” me encantó y me maravilló ver a Itziar Castro nominada al Goya). Por este motivo me parece tan importante ver a chicas como Danielle Macdonald interpretando personajes protagonistas. Porque así demostramos que ser gorda no tiene por qué acomplejarte, que ser gorda es lo mismo que ser delgada, o alta, o baja, o rubia o morena. Que tu vida puede y debe ser exactamente igual que la del resto.
