Ya habíamos visto en First Dates a varias mujeres pasar el mal rato de que su cita les rechace de primeras por gordas, pero ayer le tocó a un hombre, en la demostración de que la gordofobia nos afecta tanto a mujeres como hombres.
En este caso, Paco un chico de Sevilla que llegó con toda la ilusión del mundo por conocer a alguien, pero ¡vaya! resulta que Paco es gordo. Por eso María, su cita, en cuanto lo vio, lo rechazó. De lejos, ni se acercó a saludar, ni dejó que se sentase a cenar con ella. María lo vio de lejos y dijo que no. Ella, como muchos gordófobos, se intentó justificar diciendo que no era por gordo, que no era una cuestión de físico, que es que tampoco le gustaba su cara. Ahá, ni te has acercado a saludarle, solo le has mirado de lejos, pero no es por el físico. ¿ENTONCES POR QUÉ ES?
María, no supo justificarse más. Y mejor que no lo intentase más porque vistos sus argumentos ( llegó a decir que tenía unos principios ?¿?¿) y decidió marcharse, pasando delante de Paco que seguía esperando en la barra, sin ni siquiera mirarlo. Así se confirmó que los gordófobos además de tener un odio irracional hacia lo gordo, suelen ser unos MALEDUCADOS.
Encantadora, educadísima, simpatiquísima
Podría haber cenado con él, darle una oportunidad de conocerle porque oye, igual de primeras no te entra, es justo, todos tenemos preferencias. Pero negarte a cenar con alguien porque es gordo, es muy CHUNGO. Paco, como muchos gordos, se olió la tostada en cuanto llegó Sobera a contarle lo que había pasado y nos explicó como toda su vida ha sentido ese rechazo, cómo no solo de mujeres, si no también de hombres. El desprecio de la sociedad, en general, por su físico.
De todos modos, la actitud de María, fue muy muy chunga, pero no deja de ser cierto que el bochorno al que se le sometió a Paco en el programa podría haber sido mucho menor. Si como en la mayoría de las citas, María y Paco se hubiesen juntado en la barra, seguramente María no hubiese tenido el descaro y la oportunidad de hacer ese desplante. Del mismo modo, hacerle esperar a Paco en la barra mientras ella salía sin mirarle, también sobraba. Así que First Dates, muy mal por vuestra parte. Ya sabemos que claro, es la tele y el show manda, pero no hace falta meter el dedo en la llaga y provocar más dolor en una persona solo por la audiencia.
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