Me declaro muy fan de Juan Miguel (celebrísimo ex de Karina). Es adorable, dispuesto, buena gente y divertido. Al menos, como concursante de Supervivientes, a mi me tiene ganado el corazón. Pero no escribo este post con el fin de hacer una campaña para que se proclame ganador de esta edición, no. Lo escribo porque me parece tremendo el ensañamiento que tanto el propio programa como los demás medios están teniendo con él y su gordura. Porque resulta que por el mero hecho de aceptarte, gustarte como eres y reírte de ti mismo, ya se abre la veda para que todo el mundo te convierta en el mono de feria, hasta extremos que rozan la maldad absoluta. Porque a mi me parece eso, MALDAD.

No sé como os sentisteis vosotros (yo, desde luego, muy impotente) viendo la prueba semanal del otro día, esa en la que “curiosamente” había que pasar por debajo de un tronco y en la que obviamente, el concursante más delgado obtendría ventaja y el más gordo, menos. Y tachadme de malpensada, pero creo firmemente, que el programa propone ese tipo de pruebas para ridiculizar todo lo posible al gordo de la edición.

Sin título

Y es que ya no son las pruebas, porque entiendo que es un reality, y que hay que obtener audiencia y provocar situaciones así, pero creo que con Juan Miguel se está tocando un terreno complicado. Ya no sólo por cosas como la prueba antes mencionaba, sino por los miles de burlas y comentarios (a muy mala idea, en mi opinión) que surgen sobre sus kilos de más, porque claro, como él hace gracias de su barriga, todos podemos hacerlo sin medida. Y no queridos, eso no es hacer humor, eso es hacer daño.

1

«Por la noche tiene pinta de comer lo primero que se le ponga por delante»

«Tengo miedo de que el mar se deforme cuando saltes»

(Jorge Javier Vázquez)

2

Y muchos diréis que sabía donde se metía, que el es el primero que promueve la burla y entra al trapo. Pero creo, en mi humilde opinión, que en esta vida hay que saber divertir, y creo que porque una persona se acepte y se descojone de sí misma, no hay que ensañarse con ella y hacer reír a costa de cualquier cosa. A mi desde luego como espectadora no me divierte, todo lo contrario, me entristece mucho. Porque que a día de hoy, (y viniendo los comentarios de donde vienen) se tenga que utilizar la gordura de alguien como reclamo constante de la gracia fácil, digna de patio de colegio, hace que me de cuenta lo mucho que nos queda por aprender. Porque lo mismo a Juan Miguel le da igual lo que haga o deje de hacer la gente, pero a mi no.

****DISCLAIMER: ya sabemos que es Telecinco, ya sabemos que es un reality, pero no nos pidáis que miremos hacia otro lado en casos como este, vengan de donde vengan. Son intolerables en cualquier parte y en cualquier cadena.