¿No os pasaba cuando eráis adolescentes que os decepcionasteis al llegar al instituto y comprobar que ahí no había grupo de animadoras, ni equipo de fútbol ni… ná de ná? ¿Dónde estaba el quarterback? ¿Por qué nadie se vestía con las chaquetas esas con una letra mayúscula gigante y ni un alma cantaba el himno del equipo levantando la pierna hasta el infinito? Crecer en España y no tener la posibilidad de ser cheerleader era un asco.

Por eso siempre ha sido y sigue siendo muy sano refugiarse en el cine y la televisión americana para resarcir esas ganas locas de corear y hacer piruetas en un gimnasio junto a una mascota en noche de partido. Hola, me llamo Lara, y no me avergüenza decir que siempre he querido ser cheerleader (aun con 32 años, sí).

Así que si queréis ir entrenando en el salón de casa (apartad mucho el sofá y los muebles) os dejamos la lista definitiva de las animadoras que han dejado huella.

A por todas (Bring it on, 2000)

No soy capaz de contar el número de secuelas que tuvo la película entre las películas de cheerleaders. Este film trajo consigo tantas maravillas que con razón pasó a ser de la noche a la mañana una peli mala de instituto a un filme de culto. Esos Toros de Rancho Carne, esa Elisa Dushku borde, esos “spirit fingers” que hicieron que, a día de hoy, seamos incapaces de escuchar “Get ready for this” sin agitar nuestras manos. Kirsten subió de categoría.

These are spirit fingers… THESE are GOLD!

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Ingenuas y peligrosas (Sugar & Spice, 2001)

Solo esta película -apenas un año después- le pudo arrebatar el podio a A por todas. Ingenuas y peligrosas lo tenía todo: animadoras embarazadas, Conan O’Brian fans, el guapérrimo de James Marsden, un robo a un banco… y Mena Suvari, que dio un golpe en la mesa tras ser LA CHEERLEADER en 1999 gracias a American Beauty, retomó su trono tras dejar a Kirsten pasárselo bien un rato. Un clásico instantáneo. La secuencia en el lavabo en la que averiguan que una está embarazada es maravillosa.

Buffy Cazavampiros (1992)

Josh Whedon, antes de hacer la serie, se marcó escribir esta película, precursora entre las pelis de animadoras patea-culos que lo molan todo. Kristy Swanson era lo más y, por si no teníamos suficiente a inicios de los 90, salían Dylan de Sensación de vivir. El traje amarillo y la estaca eran una combinación perfecta.

But I’m a cheerleader (1999)

Divertida e ida de la olla, en esta pequeña joya Michelle Williams, Clea Duvall, iconos de los 90, acompañaban a Natasha Lyonne. En plena época de fiebre cheerleadensca (toma palabro) esta peli introdujo una gran variante: una cheerleader lesbiana. Megan es la típica animadora rubia con novio, pero como no le gusta darle muchos besos y todo el mundo concluye que es lesbiana, la mandan a un campamento para reconvertirse a hetero.

Animadoras Asesinas (Cheerleader Camp, 1988), Satan’s Cheerleaders (1977), Ninja Cheerleaders (2008)

Esta triada de filmes dispares de diferentes épocas dejó clara una fórmula: cheerleaders + algo friki y/o maligno. Sean asesinas, zombis, adoradoras de satán o Ninjas, para echarse unas risas no hay nada como mezclar la fascinación que produce una animadora con su uniforme sexy y cualquier trama de serie B mítica. Asesinos que las persiguen, expertas en artes marciales, mafia… y todo esto sacando tiempo para animar y tener buenas notas para ir a la universidad.

Jennifer’s body (2009)

Parece que ser cheerleader y tener una vida normalita no está compaginado, por eso las pobres animadoras acaban siendo poseídas por el demonio y demás saraos, como fue el caso de Megan Fox. Diablo Cody tenía que ser la mente tras esta ida de olla.

High School Musical, la trilogía.

We are all in this together. No podían faltar los WildCats en esta lista, no solo por mi amor público por Zac Efron, sino porque HSM empezó como un horror y acabó siendo de culto. Sí, la tercera parte estrenada en cines tuvo grandes números musicales porque, si hemos tenido animadoras poseídas, asesinas, ladronas… que bailaran bien era lo mínimo.

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Animadoras televisivas

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Pero no solo de cine se ha alimentado del mundo de la animadora de instituto. La serie Héroes tuvo mucho que ver con volver a poner en el punto de mira a una animadora y ojo, aquí tenías que salvarla para salvar al mundo. Las de Glee no se apeaban el traje ni para cantar. Para uniforme de animadoras, bien nos pilló jóvenes el de Salvados por la campana. ¡Hasta Rachel en Friends recurrió a su traje de animadora llegado el momento dado para ligarse a un tío!

Pero, sin duda, si hay que hacer una mención especial a la animadora entre las animadoras televisivas, aunque fuera en un guiño a la peli, el oro se lo lleva Buffy Cazavampiros, que Sarah Michelle Gellar las pasó canutas entre encajar y matar seres demoniacos en SunnyDale.