De verdad que el género humano no deja de sorprenderme. Cuando una ya cree que ya estamos en el siglo XXI, una señora decide enseñar un hombro, una cadera y media oreja y se monta la de Dios es padre.

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Ni voy a entrar en que, para empezar no se le ve NADA. Y aunque se le viera, por favor:

Que levante la mano el que no haya visto una teta o un coño en su vida.

Que levante la mano el que haya sido atacado por la imagen de alguna vagina.

Que levante la mano el que haya sido apaleado por un culo.

No veo ningún brazo levantado. De momento no veo dónde está el problema. BIEN.

Ahora vayamos al por qué ha publicado esa foto. Aunque ME IMPORTA UN HUEVO.

Es su cuerpo, así que con que ella lo sepa, todo bien. Y si no lo sabe y le ha apetecido, pues bien también.

Es su Instagram. Nadie te amenaza con una pistola para que lo veas ¿O sí?

Los hay que la critican diciendo que como está buena no, buenísima, se ha aprovechado de ello. Pero vamos a ver, que ese no es el tema, que la expectación no ha sido por el cuerpazo, ha sido porque se intuye, se huele, se supone que está EN BOLAS. Es más, si hubiera sido el adefesio más horrible del mundo, más repercusión habría tenido. Y entonces la criticarían por su falta de complejos. Si el tema aquí es criticar, POR LO QUE SEA.

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La mujer lo ha hecho para difundir la labor social de Asociación Campeones. Más que loable. Pero lo triste es que tuviera tan claro que enseñando medio brazo y la cintura llamaría más la atención que publicando directamente información sobre esta maravillosa iniciativa.

Como lo que es, ES y no voy a ser yo la que consiga que evolucionemos así de repente, creo que lo mejor que podemos hacer es sacar provecho, como Patricia, pero A LO LOCO. A ver si enseñando pechos, culos y parruses conseguimos llamar la atención sobre PROBLEMAS DE VERDAD. Así de momento, y gracias a ver una décima parte del culo de la actriz, he visitado la web de esta asociación que  recauda fondos para financiar la rehabilitación de niños con discapacidad y orientar a las familias en sus pequeñas dudas o inquietudes.

Así que, Patricia, ole tu coño (ese que NUNCA vimos).