No me considero una fan incondicional de Operación Triunfo. Sólo seguí gala a gala la primera edición (bueno, la veía al día siguiente al volver del cole porque siempre me quedaba frita. Lógico, tenía seis años) y las demás fueron progresivamente perdiendo mi interés hasta desaparecer por completo. Pero esta edición me está cayendo en gracia. Tal vez porque tengo una edad similar a la de ellos, las mismas ganas de luchar por mis sueños e incluso porque amo la música (tengo que admitir que alguna vez he fantaseado con entrar en esa academia) y la de cosas que podemos expresar con ella. Y si nunca me he presentado es porque tocando el piano se me vería tal que así:

 

El lunes pasado me dio por mirar el reparto de temas para esta gala y por fin me gustó de verdad las canciones que les habían asignado. Por primera vez en mi vida he seguido la semana de los concursantes dentro de la academia. Cuídate de La Oreja de Van Gogh de los 2000 me transportaba a aquellos viajes en coche a la playa, directa a mi infancia. Camila me llevaba a mi más plena adolescencia con esa canción, Mientes, tan potente y emotiva, despertando en mí el torbellino de intensos recuerdos de mi yo de ¿cuantos? 14, 15 años (igual os vais a pensar que este blog escribe un bollito recién salido del horno, pero no, que 22 años dan para acumular muchos recuerdos). Otras canciones como Issues o I’m Still standing me encantan por el rollo que tienen, tan diferente entre ellas pero tan bonitas.

Y luego están Alfred y Amaia. ¿Qué decir de ellos? alejándonos del salseo que inunda las redes sociales (donde me incluyo porque me parecen adorables y el shippeo en mi vida está a la orden del día) y dentro de la academia con los Javis celestinos que con la excusa de darles clases de interpretación casi les hacen enrollarse en una clase (¡¡QUE POR MÍ MARAVILLOSO!! lo se, me emociono. Lo siento) podemos decir que ellos son el más claro ejemplo de que menos es más. Ellos dos, un piano y luces. Esa canción podría haber sido un desastre porque ha gustado mucho a los que vimos de La La Land y la expectativas las teníamos todos altísimas. Mis pelos de punta al ver cómo se cantaban el uno al otro con esa armonía, esa complicidad y dulzura me llevaron directa a la Ciudad de las Estrellas.

Y si me pongo objetiva para darle algo de sentido periodístico al artículo o para debatir contra aquellos que sean reticentes con mis argumentos, puedo decir que eso que decían los jueces y profesores de que ha sido una de las mejores actuaciones de la historia de OT está respaldada por la audiencia, pues mientras que la media de visualizaciones de las actuaciones de ayer está en unas 20.000 visualizaciones por vídeo en el canal de Operación Triunfo oficial de Youtube en apenas unas horas, el vídeo de City of Stars alcanza ya las 154.000 visualizaciones. Ojalá podamos volver a ver a estos dos cantar juntos porque son un verdadero generador de magia. Si te pica la curiosidad, te lo perdiste o simplemente quieres volver a verlo, aquí os dejo la actuación de anoche.

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