El programa «Sé lo que hicistéis» creó escuela. Un grupo de reporteras tías buenas capitaneadas por Patricia Conde, bien oxigenada y ya entradita en la treintena, se dedicaban a satirizar la televisión y a hacer reportajes en plena calle enfundadas en mini vestidos a las 16 h de la tarde… Eh, que no estoy en contra de las mujeres a las que les gusta lucir palmito, más bien todo lo contrario. Aquí el problema reside en otra cosa…

carbonero

 

Patri siempre recuerda su etapa en el «Informal» en el que colaboró en sus inicios. Por ahí correteaba la Conde con 20 años recién cumplidos, guapa, ingenua y exagerando ese lado tontito que a día de hoy sigue explotando ( yo ya no creo que se trate de un papel pero REITERO que es la humilde opinión de una servidora) y con motivo de esa etapa ella misma se considera y se nombra abanderada y pionera del clásico «guapa pero tonta».  En SLQH Patricia compartía protagonismo con Pilar Rubio y Berta Collado. Temporadas más tarde llegó Cristina Pedroche con los ojos enormes y con unas tetas aún más enormes.

 

Patri, Pili, Berta y Cris siempre defendieron el papel que representaban hasta el final del programa. Su «leitmotiv» era: «somos mujeres seguras y con la capacidad de reirnos de nosotras mismas». Se definían como payasas sexys. Algunas lo compartiremos y otras no.

pilar-Rubio

 

Desde el cierre de SLQH han pasado ya algunos años y ese estereotipo, lejos de desaparecer, ha seguido creciendo. Tras su polémicco vestido de Fin de año debo nombrar a Cristina Pedroche, que lejos de ser carne fresca y saber reciclarse, sabe qué es lo que le da de comer y eso es seguir representando este manido estereotipo en el que aprovechan para sacarla medio en pelotas cada vez que la ocasión lo merece (que para su representante y el equipo del programa para el que trabaja SIEMPRE lo merece) Pero la Pedroche no tiene el monopolio, tenemos ejemplos más serios como Sara Carbonero, retransmitiendo los goles tarde o publicando en su blog la clave del WIFI de Mediaset y otros más divertidos como Anna Simón, está bien buena y se dedica a hacer tonterías y enseñar pechuga. Pero el tema de debate no es cómo las visten, ni los guiones que les dan…el problema es que ellas lo acepten

pedroche

 

Entonces nos planteamos varias cosas: ¿Las mujeres deberíamos sentirnos conformes con representar este papel? ¿Este estereotipo sigue apareciendo por lo normalizado que está? y lo que es peor….¿Es garantía de éxito estar buena y hacerse la tonta?

anasimon

 

El clásico de «guapa pero tonta» ha existido y existirá hasta el final de los días pero el error es otro. El error es hacer creer a próximas generaciones que se puede ser tan guapa y tan lista para saber hacerse la tonta como forma de vida.

Como dice el título; esto ya no es cosa de payasas, y mucho menos sexys. Esto va de mujeres, de respeto, de lucha, de amor propio, de reconocimiento y de merecer la recompensa justa por la que hemos trabajado. ¿No crees?