Pongámonos en situación: Tienes un evento, cumpleaños, fiesta, boda, o lo que sea y te pones tus mejores galas para ir a la altura. Te tiras semanas buscando vestido -porque no es fácil encontrar uno bonito con nuestra talla-, te maquillas, vas a la pelu y cuando llega el día señalado, te ves y te sientes guapísima. Llegas al sitio del evento en cuestión y, de repente, lo sientes. Lo ves.

Lo oyes: se están riendo de ti. Están haciendo coñas sobre la gorda. Y de repente empiezas a sentirte pequeñita y débil y lo único que eres capaz de hacer en ese momento es salir corriendo y romper a llorar. ¿Quién de nosotras no se ha visto en una situación así alguna vez en su vida?

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Pues así de horrible tuvo que ser para la hermana de Ruth, en el programa de anoche ‘Casados a Primera Vista’, un reality que emite Antena 3 en el que los concursantes se presentan y, si se gustan, se casan en el momento y luego ya tendrán que superar los pormenores de la vida en pareja en los programas siguientes (si es que lo aguantáis, porque es vomitivo).

Aquí tenéis un fragmento de lo sucedido.

En el vídeo lo vemos claramente: Está la chica tranquilamente sentada, con su vestido verde, esperando que comience la boda de su hermana, y de repente empiezan las risitas, los cachondeos y los comentarios fuera de lugar, y ¡cómo no! Estos vienen sobre todo de un SEÑOR, que encima es más feo que una nevera por detrás y que, encima, ESTÁ GORDO él también. A mí esto que alguien me lo explique porque no lo comprendo. Y por supuesto, las gallinas alrededor del gallo, que no falten, ojo al grupo de señoras recauchutadas riéndole las gracias al cutre este. ¿Qué necesidad hay de humillar así a una persona, y encima públicamente?

Qué casualidad que, casi siempre, todos los comentarios de este tipo vienen de gente que más le valdría callarse porque son los primeros que dan asco y que tienen atributos más que criticables. Tú tranquila, hermana de Ruth, y no derrames ni una lágrima por esta clase de chusma, porque ellos solitos se han retratado, y tú eres estupenda y no tienes por qué aguantar estas asquerosidades, ¡y menos en la tele! Tú, y todas las que alguna vez hemos pasado por este tipo de cosas, con la cabeza bien alta, SIEMPRE.