Egipto es y ha sido siempre uno de los lugares de destino que más turistas atraen año tras año. A pesar de los protocolos contra la pandemia, y sin olvidar nuestro visado, es un país igual de apasionante que debemos de abordar para entender su magnetismo. 

Viajar más allá del escaparate paisajístico

Los viajes no son únicamente una actividad mediante el que resituar en otra perspectiva todas nuestras preocupaciones. Aunque, en el fondo, ese distanciamiento respecto a nuestra cotidianeidad, junto con la inmersión en otras culturas, puede ayudarnos incluso a encontrar y solucionar crisis existenciales que, quizá, jamás supimos que estaban ahí. Del mismo modo que una emoción debe asentarse y reposar unos días antes de proceder a escudriñarla, el componente sentimental y sensorial de un viaje es algo que sólo se digiere, nuevamente, desde la distancia, ahora en nuestro hogar. Y, por ello, el lugar de destino que escojamos merece ser debidamente sopesado.

El país y la cultura que decidamos visitar no debería ser tan sólo motivo de un breve espacio de hedonismo. A pesar de que, por supuesto, éste constituya un elemento fundamental de dicha actividad, ¿por qué no empaparse también de la humanidad y de la magia que late tras el telón del escaparate paisajístico? En esa línea, lugares de destino como Egipto aparecen en nuestro cartograma como un territorio de misterio emocional aún inexplorado. Pero, antes de acceder a algunos de sus más emocionantes pasadizos, es preciso conocer algunos de los requisitos de la e-visa Egipto que nos permitirán viajar a este fantástico país del extremo noreste africano.

¿Por qué necesito un visado para viajar a Egipto?

A grandes rasgos, un visado de viajees un documento que certifica distintas cuestiones acerca de nuestro viaje al lugar de destino que lo precisa. Obedeciendo, mayormente, a un criterio de seguridad nacional y de control de acceso, se trata de un papel que, además de nuestros datos, especifica los motivos de nuestro viaje. Tomando como principales los ya sabidos viajes de placer y de negocios. Si bien el primero nos sitúa meramente como turistas, añadiendo que el tiempo de nuestra estancia en el país será más bien breve, el visado de índole laboral incluye otros parámetros. En ambos casos, pero de distinta forma, con posibilidad de renovarlo para prolongar la estancia.

Asimismo, cabe decir que no todos los países requieren de un visado para ingresar en su territorio, aunque el país que nos ocupa, Egipto, sí requiere de dicho documento. Esto se debe a un mero control de las migraciones al país, entendiendo como tal cualquier individuo de otra nacionalidad que desee acceder legalmente a éste. Es por ese motivo que, normalmente, el visado turista a Egipto valida una duración de 90 días, aunque son un máximo de 30 días consecutivos los que podemos permanecer de forma legal en el país. Y, aunque un aumento de la estancia pueda augurar una larga odisea burocrática, el visado electrónico de turista para Egipto agiliza mucho las cosas.

Cuanto los requisitos de un visado, es preciso destacar aquellos que, a causa de su importancia, son indispensables para la entrada a Egipto. Entre otros, es necesario estar en posesión del pasaporte vigente, no el documento de identidad o un permiso de residencia en su defecto. Además, y a fin de conferir a las autoridades egipcias conocimiento sobre nuestro plan, debemos aportar información sobre alojamientos y vuelos programados. Finalmente, y como una característica especial del visado de viaje a Egipto, debe poderse presentar una carta de invitación al país por parte de amigos o familiares si es este el motivo de la visita.

Egipto: el contraste que unifica la experiencia humana

Pocos lugares hay en el mundo que alberguen la extraña magia que supura de los vestigios de una de las más antiguas civilizaciones del planeta. Con el combustible de una apasionante historia, Egipto es puro magnetismo cultural y estético. Desde los museos más interesantes del mundo, donde apreciar el beso de la eternidad adherido a cada cuerpo momificado; hasta el insólito paraje desértico coronado por las pirámides y los templos convergiendo en una fotografía que sólo la memoria es capaz de tomar.

Además de las míticas pirámides de Keops, Kefrén y Micerino, junto con el olor a misterio y polvo que carnifican los 3.500 años del Templo de Luxor, Egipto guarda una gran cantidad de tesoros mundanos y naturales que no pueden pasarse por alto. Una suerte de exotismo mágico que podemos encontrar tanto en los mercadillos de El Cairo, donde la mejor ruta es dejarse perder por sus laberínticas callejuelas, como la curiosa travesía en elrío Niloal borde del desierto como en una postal de otro mundo.

A tener en cuenta para viajar a Egipto 

Con todo, y además de solicitar debidamente nuestro visado y situar nuestro mapa en particular para la visita, es necesario comentar algunos aspectos a tener en cuenta para viajar a Egipto. Por una parte, es indispensable seguir rutas seguras, especialmente para evitar alguna que otra estafa al tomar un taxi o entrar a una calle poco concurrida. Asimismo, y a fin de evitar un calor que extremo que, en algunas ocasiones, puede alcanzar los 50 grados, es recomendable visitar Egipto entre marzo y mayo o entre setiembre y noviembre. Asegurando así una temperatura y un nivel turístico mucho más amables.

Asimismo, y evidente en esta dura etapa, siguiendo los protocolos de prevención de la Covid-19. Según se recoge en el portal de la Embajada de España en Egipto, a cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno, siendo necesario portar un certificado de vacunación o de PCR, lo que ayudará a evitar someterse a un largo tiempo de examen y cuarentena al llegar al país. Por todo lo demás, y cumpliendo la normativa ordenada en el país, simplemente, disfrutar de un viaje que, a ciencia cierta, cambiará para siempre nuestras vidas.