Empieza a pegar el solete, alguna chica ya ha sacado los pinreles al sol y hay algún atrevido que ya va en pantaloneta. Cada vez son más, van tan pichis por la calle, recibiendo bien de vitamina D. Pero tú, ay, tú que amas tus medias, si puedes aguantarás hasta finales de junio.
Y tampoco es que te guste achicharrarte bajo el 100% poliéster de las medias del Primark, pero es que, reconozcámoslo, con tus medias estás muy cómoda y te sientes muy segura. Las lorzas bien sujetas, las faldas quedan mejor, NO TIENES ROZADURAS.
Llegan los primeros festis al sol, tardes en el césped (realmente las medias son más cómodas para estas cosas, la verdad). El caso es que ya has sacado tus vestiditos de verano, son tan monos, pero no te sientes preparada para sacar dos cachos de carne lechosa al aire libre. Así que te plantas el vestidín con medias. Y las medias pues llevan su vida y se resbalan, te levantas y tienes el vestido pegado al culo y esas cosas de medias y vestidos de verano, que sabías que te iban a pasar. Bueno, todavía lo podemos tolerar. Aguantad, medias.
Hace un día ideal para ponerse medias oscuras. Todo es convencerse.
Y te sientas en un parque con tus amiguchis a beber litronas y comer pipas, que es un pasatiempo muy sano. Tú que eres un poco vampira, eliges la sombra, pero tus amigas que ya van en shorts, insisten en ponerse al sol. 5 MINUTOS. A los 5 minutos tus piernas alcanzan la temperatura de 50 grados celsius (112 fahrenheit, por si os interesa). En ese preciso instante, estás a punto de sucumbir, quitártelas un rato, conseguir un medio tono menos lechoso, disfrutar de los rayos de sol. Y entonces te acuerdas: PELACOS. ¿Por qué no aprovecharía la oferta de 2×1 en Centros Pelosfuera? Y te parece estupendo que haya gente que no se depile, pero no va contigo lo furry. Cada una tiene sus gustos.
Antes de decidirte a quitarte las medias del todo, pasas por la fase medias de 40 den, que además tiene un aire como muy de moderna. Quitarte las de 100 ha sido duro, pero te sientes algo más fresca. Eso sí, la pasta que llevas en medias rotas, no te está compensando mucho.
Te levantas todos los días deseando que haga sol, pero sin pasarse y si llueve un poco para refrescar casi mejor. Y haces de vaqueros+sandalias tus mejores amigos. Pero ya estamos casi a finales de junio y la gente empieza a decirte eso de ‘tía, ¡me das un calor!’. Tú respondes que estás bien, pero no es verdad. Tienes calor, calorazo, caloret. Tus piernas gritan ‘¡¡libéranos!!’
A Beyoncé no le gusta que le insistan en lo de quitarse los leggins
Y un día, cuando tu madre te ha dicho ya 500 veces: ‘hija, que te de un poco el sol’, tu cerebro empieza a regir: ‘¿y si… salgo sin medias…?’. A lo loco. Tus primeras opciones son esa falda a media rodilla, ese vestudiqui largo negro y molón, bandelettes, bien de crema hidratante de rodilla para abajo y venga a la calle. ¡¡OH SÍ!! FRESQUIBIRI ENTRE MIS PIERNAS.
Vas caminando con sentimientos encontrados, con la sensación de que todo el mundo (nadie) mira tus pantorillas fofas y transparentes; y a la vez disfrutando del frescor. AAAH qué a gusto, joder!! Piensas que eres un poco mema, pero oye, cada una sus complejis los supera cuando puede y este año solo has tardado en decidirte cuando el nylon se te empezaba a derretir en las rodillas.
Ciao medias!
Todavía es primavera (o principios de verano, según lo que te haya costado decidirte) y eres feliz. Dentro de un par de semanas, empezaremos a llorar por nuestros muslos rozados , el sudor intramuscular, el sudor en todas partes. EL SUDOR. Y estaremos deseando volver a ponernos nuestras amadas medias de 100den.
Foto: stylishcurves
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