Si te quedas preñada estando gorda, hay algo muy muy importante que tienes que saber. Es muy posible que el 90% de las ecografías que te hagan van a ser vía vaginal. Es decir, te van a meter por tu susodicho orificio un aparatejo largo de poco grosor, bien lubricadito, con su profiláctico y todo. ¿Qué ocurre? Hormonas, señoras y señores, hormonas.

Cuando una se queda preñada y se va acercando al segundo trimestre, empieza a notar en ella misma fuego interno capaz de derrotar al mismo Nacho Vidal (póngase aquí actor porno de turno)… Exacto, andas más salida que las esquinas. Tienes una especie de despertar sexual que te dejas guiar por cierto calorcito bajuno que te hace tremendamente feliz. A eso, debes sumar que como a nivel vascular estás más potente, la zona se sensibiliza más… por lo tanto, os habréis dado cuenta que todo, está mucho más sensible.

Ahora, en esta situación, te tocan las ecografías de finales del segundo trimestre. Ecografías vaginales, obviamente, que para algo estamos gordas. Ahora, imagínate en una sala: Despatarrada en una camilla, con el padre del alien que llevas dentro cogiéndote con ternura la mano, el ecógrafo metiéndote aquello y lo mejor, moviéndolo y casi hurgando buscando el ángulo, el bebé que no para de moverse, el doctor (un ginecólogo especialista en ecografías) que no para de hurgar y hurgar.

A todo esto, en la frialdad de los datos que el médico va dictando a la enfermera, nadie se da cuenta que llevan media hora hurgándote, de vez en cuando te tocan tus puntos hipersensibilizados. Cuando después de mucho autocontrol, para no acabar haciendo tu propia porno allí mismo, empiezan a enseñarte al bebé que ya empieza a parecer más un humano que un alien. Pero no nos confundamos, en ese momento toda tu concentración está puesta en que ese tejemaneje por tus bajos, no acabe con un numerito allí dentro.

Una vez te bajas de la camilla, ya no sabes si estás mojada del gel para la ecografía o es que finalmente, tras tanta cautela hemos tenido un feliz accidente que esperemos nadie ha notado. Al salir, curiosamente si el padre del (por ahora) alien, es perspicaz te dirá: Estás bien, te he notado rara. A lo que responderás: Bien, ¿bien?, solamente bien. Estaba en la gloria del gustoso cacharro para las ecografías.

Si estás gorda y embarazada y no te quieren, dicen que no pueden hacerte la ecografía abdominal…qué leches, que viva la vaginal.

Ainhoa Escarti.