Mi día ha comenzado leyendo un titular. Y volviéndolo a releer. Y otra vez. Así varias veces para poder comprobar que lo que estaba entendiendo era lo que me decían.

Un instituto  expulsa a una alumna por ir sin sujetador a clase ya que podría «distraer a los profesores varones»

Voy al artículo, y a todos los que hablan de la noticia, y, efectivamente: en Hillview School, un instituto femenino al sureste de Londres, al que asisten 1.170 chicas de entre 11 y 18 años, una alumna ha sido expulsada de las clases ya que, según la directora, vestía de forma “inapropiada”. ¿Y qué es lo inapropiado? Iba sin sujetador, algo que no ha gustado a algunas madres de otras alumnas porque (atención): podría «distraer a los profesores varones».

Vayamos por partes.

Se podrían analizar muchas cosas de todo esto. Como el hecho de que la directora haya comentado que la alumna iba de forma “inapropiada” ya que, según ella: «A las alumnas se les permite llevar su propia vestimenta, pero la orientación debería ser inteligente o de tipo empresarial» o que haya hecho caso a alguna madre escandalizada… El código de vestimenta, las reglas de cada centro educativo, lo que puede calificarse como correcto en un lugar… Creo que puede entrar a debate. Pero hay algo que creo que no tiene justificación y  es lo que más me sorprende y preocupa: esta joven ha sido expulsada para prevenir que los varones del instituto (en este caso, todos profesores) se distraigan.

Y yo me pregunto, Señora Directora y Señora Madre de otra alumna, ¿no les parece más preocupante que piensen que los profesores puedan distraerse viendo los pechos de una menor que es su alumna? ¿El que debería ser expulsado si esto ocurriese no debería ser ese profesor?

Otra vez se está culpabilizando a una mujer, en este caso a una estudiante menor de edad, de provocar, de ser la causa de que un hombre la sexualice, de que no sea capaz de realizar sus tareas con normalidad por estar absorto, sexualizando a una menor de edad.

¿Pero qué es todo esto? Están previniendo que algo pueda ocurrir. Volvemos al “¿Cómo ibas vestida?”, ¿Hablaste con él?”, “¿Habías bebido?”. Y, en esta ocasión, en el entorno escolar.

Llegado el caso de que “un profesor varón se hubiese distraído” o hubiese realizar un comentario o acto fuera de lugar… ¿La culpa habría sido de la alumna? “Claro, va sin sujetador”, es lo que diría esa madre o esa directora.

Tal vez debamos pensar que lo que no debería ser normal es que se asumamos que un hombre no pueda contener sus impulsos y que sean estos los que decidan por él. Que se llegue a pensar que un profesor no pueda dar clase a una alumna menor de edad porque se sienta atraído sexualmente por ella y que, además, se le culpabilice a ella.

Me parece impensable que estas mujeres hayan justificado esta expulsión con estos alegatos.

Esto me recuerda a la noticia de ya hace un tiempo en la que una alumna de la Universidad de Santiago de Compostela denunció  a su profesor por un comentario que hizo sobre su escote. En este momento hubo mil comentarios y, como recordaréis, opiniones de todo tipo acerca de lo ocurrido.

Yo sólo espero que esta alumna y el resto de sus compañeras no piensen que llevar una ropa u otra, ponerse sujetador o no, llevar más o menos escote o vestir una falda más corta o más larga pueda llegar a justificar un comentario, una agresión o una crítica. Este centro educativo (y todos) debe educar en materias, pero también se debería empezar a educar en otros aspectos. Como que una mujer pueda vestir o actuar como quiera sin que eso signifique que ningún hombre tenga derecho sobre ella.