Holiiiiis qué tal. Hoy vengo a quejarme, a repartir odio con el mundo. Porque yo soy 364 días del año un osito amoroso y moñas, pero el restante me lo tomo como día libre y me convierto en un Gremlins hijoputa. Así que aquí va un post rajando de la peña,  porque sí, porque me apetece y porque seguro que todos en vuestra vida diaria os topáis con al menos una de ellas. Y por si alguno no sabe todavía de qué va la cosa, aquí tenéis la definición:

Tocapelotas: Dícese de aquel que no tiene nada mejor en su vida que tocarte los cojones. O – según mi propia definición- personas cuya única neurona es impotente y que se regodean de ir enseñándoselo al mundo.

Pues déjame decirte que así, por desgracia hay muchos. Más de los que me gustaría. Y es que si todos hiciéramos de la convivencia en este nuestro mundo algo un poco más fácil, seguro que nos llevaríamos mejor. Pero no, siempre tiene que estar el tonto de turno que hace que te cuestiones el por qué no te vas a vivir a la estepa profunda.

1-metro-bree-ok_reference

Así que ahí va la lista:

El que se salta el paso de peatones:

Pero vamos a ver, animalillo del bosque. Que es de ahí de donde tienes que haber salido para no entender que cuando ves un puñetero paso de peatones, te paras. Y me da igual que estuvieras sacándote un moco, hablando con tu tía Juani o cantando Adele a lágrima viva. Te paras y punto. Porque si yo voy a cruzar y tú no te paras, tenemos un problema.

El que ocupa dos plazas en el autobús:

La caradura de la gente en el transporte público merece un aparte pero lo que más me cabrea son ESOS INDIVIDUOS (por llamarlos de alguna manera) que ven que el bus parece una lata de sardinas y aún así tienen la suficiente cara como para poner en el asiento de al lado el bolso o la mochila. Puede que tus bolsas del Primark no se cansen, pero yo sí, ¿sabes?

Me voy de la vida

El que te manda mensajes de Whatsapp de uno en uno:

¿Por qué

no

te

vas

a

tomar

por

culo?

 

 

La gente que empuja en las discotecas:

Por ahí no, eh. Por ahí sí que no paso. Es que me entra una mala leche que le estampaba la cabeza contra el suelo y me sentaba encima. No hay nada que me de más rabia que esa gente que se cree que está bailando en el puñetero salón de su casa y no para de empujarte. Porque empujarte te empujaba yo, pero contra las vías del tren.

Y encima ahora me pagas el cubata, que me lo has tirado encima, so mamón.

 

 

Gente que te suelta a la cara lo mal que estás: 

¡Pero cuanto tiempo tía! ¿Estás más gordita no? Con lo guapita que eres de cara.

Nada más que añadir, señoría.

Así que desde aquí te animo a que una vez al año practiques el sano deporte de mandar a todos a tomar por culo. Disfruta de tu maldad <3