“Ya huele a feria, que ole ya huele a feria”. Sí, amigas, han terminado los días de duelo semanasantiles y ahora empiezan las ferias, romerías y eventos varios donde desbordar alegría como la primavera. En mi tierra nos estrenamos en unos días con el EVENTAZO que preparamos durante todo el año: LA FERIA DE ABRIL.

Como hay mucho mito sobre la fiesta sevillana por excelencia hoy vengo a contaros toda la verdad y a animaros a venir, que no os arrepentiréis.

La gran excusa para no venir es que todas las casetas son privadas y si no tienes caseta no puedes entrar en ningún sitio. ¡ERROR! Es cierto que muchas de las casetas, la mayoría, son privadas pero también hay muchas públicas. Hay que tener en cuenta que las casetas de Sevilla no las monta ninguna empresa para ganar dinero sino que aquí un grupo de amigos se lleva todo el año poniendo dinero (y mucho) para poder tener su casa en la feria y por eso no quiere que al llegar haya tanta gente que se tenga que quedar en la calle. Porque, amigas, durante la feria la gente cambia su casa por su caseta y segura estoy de que no te gustaría llegar a casa y verla tan petada de gente que no pudieras entrar. Pese a ello también te digo que cuando la caseta es pequeña la mayoría de las veces la fiesta está en la puerta y no dentro. Tú arrímate al grupo que está bailando fuera y ya verás. Además, recuerda que estás en Sevilla y que aquí nos vuelve loco eso de enseñarle lo nuestro al que viene de fuera. Acércate a alguien que esté en una caseta, dile que es la primera vez que vienes y pregúntale qué es el rebujito. Habrás despertado a la bestia de la hospitalidad así que déjate llevar.

El siguiente gran mito es que todas tenemos que ir vestidas de flamenca. No, amigas, no. A la feria cada uno va vestido como le da la gana. Lo más normal es que la gente vaya arreglaíta, como diría mi madre, pero hay de todo en la viña del señor. Si tienes traje de flamenca aprovecha y póntelo, que no hay nada más bonito y favorecedor, pero si no tienes o simplemente no te apetece no pasa nada. En el caso de que no tengas pero quieras vestirte siempre puedes preguntar a una amiga (si eres del sur es normal tener varios) o incluso alquilar alguno. Tienes varias opciones online. Lo que queda totalmente prohibido es comprarse un vestido en los chinos, eso dejémoslo para las despedidas de solter@, por favor.

Recuerda que vienes a la feria así que lunares, flores y volantes son siempre bienvenidos y olvídate de llevar taconazos. En mi humilde opinión, venir cómoda a la feria es lo más importante. Piensa que te vas a llevar muchas horas de pie, comiendo y sobre todo bebiendo como si no hubiera un mañana. Los pies se te van a hinchar y el suelo está lleno de albero por lo que la opción de volver descalza como en noche vieja no existe.

Pasamos ahora al cante y al baile. ¿Quieres escuchar reggaeton? Entonces este no será tu sitio. Aquí somos mu de lo nuestro así que de las sevillanas y las rumbitas no pasamos. Eso sí, seguro que terminas escuchando el despacito o la bicicleta adaptadas perfectamente a una guitarra y unas palmitas rumberas. A mí no hay cosa que menos me guste en cuanto a música pero durante la feria mis gustos mutan y soy la fan número uno del rollo “Siempre así”.

En cuanto al baile no te preocupes si no sabes bailar sevillanas. Yo aprendí en una feria y aquí me tenéis. Siempre habrá alguien que te diga “tu sígueme” y empiece con el típico “vuelta, cruce, vuelta, cruce, cruce…”.

Tranquila que a la primera es imposible pillarlo pero tenemos 8 días de feria y, al fin y al cabo, son sólo 4 sevillanas.

Ahora bien el tema bebida y no puedo dejar de hablaros del ya conocido rebujito, el rey de la feria. Una mezcla maravillosa de manzanilla o vino fino y 7up/sprite. La bebida de los dioses, queridas. No hay cosa más fresquita para aliviar los calores sevillanos. Si vienes vas a ver jarras y jarras rondar por tu lado. Todo el mundo invita así que no te cortes y arrima tu vaso. Eso sí, ten en cuenta que sube como la espuma y puedes acabar como Ortega Cano cantando el “estamos tan agustito”.

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Y para terminar una ronda de consejos rápidos que te pueden ir genial.

– La feria es MUY GRANDE. No tengas intención de verla entera. Básicamente porque al final todo es lo mismo.

– En la calle del infierno (zona atracciones) intenta no meterte si no vas con niños y lo haces a horas tempranas.

– Cuidado con los caballos que pasean durante el día por el real. Hay veces que cruzar las calles durante el paseo es misión imposible.

– No lleves zapatos demasiado planos si no quieres acabar como Carmina en el Rocío. Cuando los caballos se van riegan las calles para quitar las caquitas y aquello es cosa fina entre la mierda que no se ha ido, el albero y el agua.

– Llévate un abanico en el bolso. Vienes a Sevilla, es necesario siempre.

– Paciencia y clínex para ir al baño.

 

Yo que tú no lo dudaría e iría ya buscando dónde alojarme y si necesitas traje llámame que te apaño algo.