Ay, los road trip de verano: qué maravilla coger el coche y lanzarte a las carreteras con tu panda de confianza, aunque sea con un presupuesto de máquina de tragaperras y ropa interior que te pondrás por delante y por detrás. Esas fotos dignas de Instagramer americana, esas locas historias de camping, esos roces -tanto cariñosos como bélicos- con tus coleguitas provocados por la falta de espacio vital…y tú, que por unas excusas o por otras, no tienes carnet de conducir.

Porque sí, persona que está leyendo esto: eres el único ser de tu grupo que no tiene carnet y eso te convierte en el lastre total del viaje. La figura de pasajero sin carnet acarrea múltiples ventajas que no ayudarán a la convivencia con tus compañeros de aventuras, ya de por sí más estirada que un chicle durante el resto del viaje.

Así que yo, como parásito habitual que no conduce durante esos road trip, procedo a darte las claves por las que mis amigüis me siguen llamando la primera para cualquier viaje que implique largos tramos de coche:

  1. Lo primero, primerísimo: un poco de respeto. Que sí, que igual os podríais haber acostado un poco antes ayer si hoy os esperaban 7 horas de aburrida carretera; pero lo hecho, hecho está y antes de echar esa cabezadita con la que sueñas despierto, piensa que el conductor también estaba allí anoche así que también estará cansado. NO TE DUERMAS, atravesad juntos esta dura travesía.
  2. Encárgate de que a tu piloto no le falte de na’. Si notas que tiene calor, redirige el aire acondicionado hacia él; si notas que tiene sed o hambre, ofrécele de qué saciarse; si ves que tiene un gamusino en las gafas, ofrécete a limpiárselas…Al fin y al cabo, esa persona te llevará a tu destino sano y salvo; qué menos que hacer lo posible porque esté cómoda.
  3. Prepara tu kit de copiloto: juegos de rol/preguntas que no entorpezcan la conducción, playlists actualizadas y descargadas, temas de conversación anotados, anécdotas que saquen una sonrisa a todos los pasajeros…Mil y una formas de entretener al personal y hacer el viaje más ameno a todo el mundo. En mi caso, no me fallan mis epic playlists de Spotify (todas descargas sin conexión por si acaso) y el juego de mesa Preguntas de mierda; y ya, cuando combinas estos dos…
  4. Compensa en otros ámbitos del viaje: si vais a cocinar, ofrécete a cocinar; si vais a montar tienda, ofrécete para las tareas manuales…Lo que sea que haga olvidar a los otros pasajeros que estás ahí para no pegar palo al agua porque no es así y tú lo sabes, aunque no sepas conducir tienes mucho que ofrecer.
  5. Tú eres el GPS: más vale que fueras scout de joven, porque la orientación y el saber leer mapas son dos habilidades indispensables para el mejor de los copilotos. Si además ninguno de los pasajeros había realizado antes este viaje, no seas vago y encárgate de preguntarle a San Google unos días antes cuáles son los puntos de interés de vuestro camino.
  6. Haz de mamá: nunca está de más si cada X minutos te informas de la situación de todos los pasajeros preguntándoles si se encuentran bien, si la música les gusta o si van cómodos. Quizá pases de ser el pasajero lastre al pasajero coñazo, pero así evitaréis accidentes desafortunados, creedme…

Y gracias a estas simples pautas me llaman la reina del copilotismo. Si ni con esas tus amigos te llaman cuando las vacaciones son de coche y carretera, igual es por otras cositas que habría que hacerse mirar…

RedBell