Odio el verano, siempre lo he hecho y hasta éste último no me he dado cuenta que muchos de los motivos por los que lo odio es por estar gorda (curvy o como salga del coñete llamaros).

Siempre atribuí mi odio al verano a las piscinas públicas llenas hasta los topes, a tener poca pasta y muchos planes, a la caloh, al sudor o a no poder salir más que cuando oscurecía (modo vampiro activado).

Pero no queridas me he dado cuenta de que aunque odio el verano por estas cosas todas son traídas por mis queridas lorcitas (Paca, Lola y Manuela).

Hace ya muchos años que dejé de tener complejos así que relax bitch, es solo que quiero exponer el odio profundo al calor y al sudor que tienes cuando tus tetas, brazos, tripa y piernas se rozan, gotean y deciden dejar de ser tus amigas.

Así que aquí van mis cuatro razones de peso para odiar el verano:

1.- Esta es un clásico, cuando aprieta la caloh las medias al cajón. Lo cual hace que nuestras amigas las rozaduras se hagan presentes (si a esto añades una piel sensible o un exceso de sudoración olvídate de geles, mallas o pantalones cortitos).

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2.-Adiós al uso del negro y de lo estilizada que te sientes con él (a no ser que quieras atraer a los rayos del sol cual verde lima a los mosquitos y hagas de tus axilas un charco para ranas).

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3.-Sudas, vale, soy un genio, todos los seres del planeta tierra (y quizász algún alien por ahí) sudamos cuando hace calor, pero si tienes un sobrepeso sudas MÁS y creerme esto rompe el glamour, el casual, el romanticismo y todo lo que tengas (el amor al brete cuando huele el sobaquete o dejas la huella del culo en cualquier asiento o suelo donde lo coloques).

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4.-Calor=Piscina/Playa=Bañador o bikinini= Ir a comprar= Matas a la dependienta/e. Cuando hace calor hasta las gordas queremos ir a la playa/piscina/río o lo que tengamos a mano y en muchos de los casos como fashion victim que somos decidimos comprar un conjunto nuevo para chapotear cual patitos, bueno, hasta aquí al reflexión es buena la movida es encontrar uno cuqui, no muy caro y que te quede bien en TODAS PARTES. (Y si esto va acompañado de una dependienta que te dice cosas como “bañador que disimula más”, “nada de estampados, colores neutros” o mi favorita “su talla no existe en este modelo”…)

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En fin mis queridas gorditas, aquí la Paca, Lola y Manuela se van a matar a unas cuantas dependientas y a comprarse un bikini de hilillo para escandalizar a unas cuantas. Feliz época de sudoración.

Autor: Sonia Rubio.