Pues sí, la Universidad de Wisconsin ha hecho un estudio profundo sobre los tipos de personas que habitan en cada chat de whatsapp… es mentira, no lo ha hecho, pero podría ser, porque es un hecho empírico que existen SIEMPRE los mismos tipos de personas. Ahí van:

  • la topo: nunca habla, pero lo ve todo.
  • la pasota: ni lee, ni escribe y si lo hace, es para criticar que las demás hablamos mucho y que tiene 239 mensajes sin leer del tirón. Y no se sale del grupo la hijaputa.
  • la líder: a la que todas contestan siempre y ponga lo que ponga. Fotos de su perrito (que nos importa un carajo) incluidas…

  • la ignorada: como la líder pero al revés. A la pobre nadie le contesta. Pero ella sigue feliz escribiendo igualmente.
  • la intensa: retransmite su vida por el chat. Sí, también mientras caga…
  • la brote: se sale cada vez que le da un flus. Luego aparece sin dar explicaciones salvo a la administradora, claro.

  • la desertora: se sale del grupo pero no vuelve jamás. Y encima se cabrea cuando en persona no se entera de las cosas.
  • la bomba de humo: es igual que la desertora pero sin mosquearse luego.
  • la telegramas: ¿Por qué cojones no escribe del tirón? ¿Por- qué-tiene-que-escribir-una-palabra-por-línea?…
  • la pantallazos: se pasa la vida poniendo pantallazos de las conversaciones que tiene con su novio, su jefe, su amiga del pueblo o su madre que la parió. Y nos vuelve locas, porque nos llena el móvil de pantallazos spam que nos chupan espacio en la memoria.
  • la iconos: sí, ella usa los iconos de la última página, los de los numeritos en recuadros azules, esos… el día que no usa alguno, sabemos que tenemos que llamar a su psicóloga porque algo pasa…
  • la audios: ella no escribe, solo hace audios. La mitad de ellos no los escuchamos y al final puede convertirse en la ignorada.
  • la espía: siempre chequea a ver quién ha leído qué, el doble check es su mayor aliado y a veces sabes que ha mirado una por una las horas de conexión a ver quién estaba conectada sin decir nada en el grupo mientras tanto.
  • la madre: «escribiendo… escribiendo… escribiendo… escribiendo»… para poner “OK”.
  • la delatora: mete la pata sobre algo que no se ha hablado en el chat, por lo que acaba sabiéndose que hay un chat paralelo en el que no está alguna, o peor, en el que no estás tú.la disléxica: escribe mal dos de cada cuatro palabras y acaba liándola parda con la hora de quedada.
  • la RAE: corrige todas las cosas que el corrector escribe mal, aunque se entiendan perfectamente. A veces este espécimen corrige las faltas de ortografía de las demás.
  • la fugitiva: es la administradora, y cuando hay un follón se pira del chat y le pasa el marrón a otra, la cabrona.