Spoiler: antes de nada, especificar que no voy a hablar de los perfiles de gente que había en Tuenti (que menudo circo), porque enumerar los bonitos nombres tipo María Merayalagentefalsa o Carlos MyChemicalXD daría para otro post (estos dos nombres son 100% reales).

Probablemente Tuenti haya sido la mejor y peor RRSS que he tenido nunca. Me pilló ya cuando Tuenti llevaba varios años y recuerdo al detalle cuando mis padres me dejaron pasar del Messenger a Tuenti. Qué maravilla, que de gente, que de frases intensas de Desmotivaciones, que buen primer contacto con los memes, que de comentarios, olé olé. Vamos a ponernos a agregar a gente, a meternos en páginas y a escribir estados con miles de faltas ortográficas aunque esto no sea un SMS donde cada letra cuenta.

Recuerdo cuando Tuenti empezó a tener su decadencia y todos nos empezamos a pasar a Instagram. Ese mensaje desgarrador que decía que iba a cerrarse, y aquel mes en el que podías descargar todas tus fotos.

El fin de Tuenti dolió, pero también es verdad que sentí cierto alivio al saber que esas fotos no iban a estar accesibles a nadie nunca más y que no me iban a poder hacer chantaje emocional con mis fotos de morritos de 2011 en un futuro.

En pleno pensamiento nostálgico de Tuenti, me he dado cuenta que hay personas que me trasmiten exactamente los mismos sentimientos que el Tuenti.

Por poner una definición de persona Tuenti: dícese de aquel individuo o individua que te produce tremendas emociones fuertes al principio, mucha intensidad e interacción, pero del cual sientes alivio de que se haya acabado el contacto y solo lo recuerdes cuando alguien lo menciona”.

Un ejemplo de persona Tuenti sería ese rollo de verano que al principio te encantaba, te apetecía hacer de todo (y hacerle de todo) con esa persona, pero a medida que ves que va a tener un final, te desencantas y te empiezas a fijar en una persona Instagram, “dícese de aquel individuo o individua que aparentemente vive como Dios, le ves en todos sus estados anímicos y es cien por cien impredecible”. Y hasta sientes alivio cuando acaba esa relación, no tiene sentido prolongar la lenta destrucción y el sufrimiento, y hasta te alivia no poder volver a acceder a los mensajitos después de la sexta cerveza de “a ver si nos tomamos una cerve juntos xd”.

Otro ejemplo de persona Tuenti sería la típica amiga que apareció así, de repente, y con la que todo iba guay, conversaciones hasta largas horas de la noche, memes y menciones en otras RRSS, hasta que poco a poco os fuisteis distanciando y ahora sabes que tiene un gato que se llama Copo por sus historias de Instagram.

Y por último pero no menos importante, mi individuo favorito es la persona Tuenti que tiene complejo de Houdini e intuyes que te la va a liar pero ahí permaneces, hasta el final, por si acaso cambia de opinión y no quiere convertirse en una línea telefónica. Pero desaparece, claro que desaparece, y te deja ahí con los sentimientos encontrados.

 

¿Os acordáis de Tuenti?

Rocío Sz