Cuando creíamos haber sobrevivido a las preguntas indiscretas de las vecinas del pueblo, a las indirectas de tus padres sobre la edad, a los ataques de “Celestinas infalibles” de tus amigos o al exhibicionismo nupcial en redes sociales, va y llega nuestra amiga Jennifer López con todo su flow, con todo su swag y todo su desparpajo latino y nos sale con esto de ¿y el anillo pa´cuando?

 

¿En serio? Lo sentimos, pero tú antes molabas más. No te enfades, pero es así, porque tú eres la misma que nos hizo mover el culo y venirnos arriba con aquel Ain´t your mama, donde decíamos alto y claro que no éramos mamitas de nadie, que no íbamos a estar todo el día cocinando y lavando ropa, ¡porque éramos demasiado buenas para eso! Ésa es nuestra Jenni, ¡coño! Por eso ahora nos matas con esto del anillo… vas para atrás ¿eh?

Porque lo sentimos amiga, pero no necesitamos que nos pongan un anillo en el dedo ni sentirnos mujeres de nadie para sentir que somos mujeres completas y que nuestra vida tiene sentido. Por más que nuestros abuelos, las películas y algunas influencers digan lo contrario, lo sentimos, pero las mujeres no necesitamos que nos lleven a París ( ya si eso puedo ir sola) ni que hinquen la rodilla haciendo un numerito (levanta coño, qué vergüenza!). No queremos un anillo que deje claro que somos solo de uno y de nadie más, que nos marque al estilo “Prohibido el paso, coto privado de caza”.

Nosotras Jenni, lo que necesitamos es que nos quieran, nos valoren y nos dejen ser. Que nos acompañen y caminen con nosotras, disfrutando de nuestros éxitos y sobrellevando los fracasos. Que se rían con nosotras, que nos manden a la mierda cuando nos lo merezcamos y que nos soporten cuando nadie sea capaz de hacerlo. Que nos besen, que nos toquen y que nos coman como si no hubiese nadie más a quien besar, tocar y comer. Necesitamos alguien a quien hayamos elegido hoy pero al que mañana podamos dejar de elegir, alguien al que nos ate el tiempo y los buenos momentos juntos y no un anillo y unos papeles firmados.

Así que amiga JLo te damos la bienvenida al siglo XXI y te regalamos un superconsejito: deja de perder el tiempo rogando y esperando un puto anillo que no necesitas.

Y por cierto, respondiendo a tu pregunta, el anillo pa´ cuando queramos decorar el dedo de la peineta que hagamos al próximo que pretenda ponernos un anillo para “arreglarnos” la vida, ¿te parece?

Bea Aranda.