¿Es un pájaro…es un avión…? ¡No! ¡Son las rebajas! Por fin. Ya era hora. llevo tres meses poniéndome los mismos vaqueros. Mi armario tiene sed de venganza.

Es la fecha perfecta, las navidades, el dinero de la abuela, los jerséis horteras que puedes descambiar por esos ugly shoes de zara que se te llevaban antojados dos meses… pero prestad atención soldados. Luchad y puede que os aplasten contra el probador. Huid y viviréis, un tiempo al menos. Y cuando estéis en vuestro armario sin nada que poneros, ¿No cambiaréis todo el dinero que os ahorrasteis entonces por una oportunidad, solo una oportunidad, de volver a Mango y arrancar esa blusa joya de las manos de vuestro enemigo? Puede que nos quiten las prendas de continuidad, pero jamás nos quitarán el ansia viva por comprar mierdas que luego no nos vamos a poner.

 

 

1) Haz SIEMPRE una lista.

Esto es casi tan peor como hacer la compra con hambre. Verás tanta cantidad de ropa que tu cuerpo empezará a entrar en convulsiones y correrás de tienda en tienda cual Golum gritando: Mi tesoroooooo. Lo mejor que puedes hacer es ordenar tu armario. Donar, regalar o convertir en trapos todas las cascarrias que ya no te pones y que lo único que hacen es estorbarte en el armario e impedir ver lo que realmente necesitas y hacerte una lista de básicos a los que puedas al menos sacar 3 combinaciones de vestuario. Hay ciertas prendas en las que siempre es bueno invertir en rebajas.

Mis básicos en los que yo invertiría un poco más de dinero:

  1. Camiseta blanca/negra básica.
  2. Vestido negro.
  3. Un buen abrigo.
  4. unos vaqueros.
  5. Un bolso.

 

2) Si amas realmente algo, déjalo ir.

Que nooo. Que no es pa ti. Deja de hacer pucheros y suéltalo. No vas a perder dos tallas en un mes y por muy barato que esté no merece la pena si tiene las costuras rotas y  más huellas de zapatos que un episodio de CSI Miami.  Luego te das cuenta que te has comprado dos pares de vaqueros, uno tienes que ser trapecista del circo del sol para conseguir cerrar el botón y el otro tiene marcas de grasa que te acompañarán de por vida.

 

3)En el día más brillante, en la noche más oscura,el mal no escapará de mi vista.

La leyenda cuenta que la noche anterior a las rebajas, las dependientas rocían los escaparates de nueva colección con  feromonas de modelos de Calvin Klein.  Así que ya sabes, si te compras media nueva colección no es culpa tuya. Es que tiene olorcito a Vladimir Ivanov.

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4) The internet is for Shopping (And porn…)

Seamos sinceras. Es mucho más cómodo y rápido comprar sentada en el sofá de tu casa tomándote una bebida caliente y mirando modelitos a través de Internet. Además hay un montón de tiendas con gastos de envío gratis y todos sabemos que el pobre Amancio Ortega sufre desafortunadamente un viaje en el tiempo a 1980 cada vez que empiezan las rebajas, cosa que no suele pasar con las tiendas online, que suelen mantener su oferta en rebajas y además ponen descuentos muy interesantes. Eso sí, a veces te la juegas y le tienes que poner la ropa a la barbie.

 

5) Sé la última en abandonar el barco.

Esto es fundamental. Compañera, no desistas. Aunque ya sólo veas los restos caídos en combate, te sorprendería la de tesoros que puedes encontrar los últimos días de rebajas. Sí, la mitad de las cosas que querías han sido imposibles de encontrar, pero aún así todavía existe una oportunidad para el amor, no dejes nunca de buscarlo. Si no está en Tinder, seguro que está debajo de un montón de ropa arrugada del Bershka.