Se que no soy la única, se que existe más gente como yo, y por eso este post.
Me flipa ir de mercadillos, pero lo de los chinos ya es otro nivel.

Nota aclaratoria: al decir chinos no quiero que se entienda de forma despectiva, me refiero a cualquier bazar al uso, aunque mi favorito sean los de dueños chinos, por su organización.

Un chino es como el país de las maravillas para mi. Busques lo que busques, ahí lo tendrás, y siempre más barato de lo que esperas. En un chino hay de tó.

Ponles a prueba, pregunta por lo más  raro que se te ocurra y te aseguro que en cuestión de segundos te lo encuentran. Juraría que llevan el Google en su ADN.

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Siempre son sitios enormes, donde si has ido por primera vez, nunca vas a pasar dos veces por el mismo pasillo. Si buscas algo en concreto, puedes preguntar y te informarán de su ubicación en el mejor castellano posible, pero si eres como yo, preferirás buscarlo tú misma e ir descubriendo cosas nuevas por el camino. Además los locales siempre son mucho más grandes por dentro de lo que parecen por fuera. Siempre que vas han tirado un tabique nuevo, parece como si le hubieran echado un encantamiento de extensión indetectable.

La mayoría de las veces no voy a comprar nada, pero me gusta entrar ‘a ver que hay’ y siempre SIEMPRE compro algo. Es más,  mataría por poder comprármelo todo.

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Mi pasillo favorito es el de los pintauñas. No sólo tienen todos los tonos, sino que son una ganga. Además tienes de todos los accesorios que necesitas para tus uñas sin tener que recurrir a aliexpress.

Y aunque a muchos os incomode el chino persiguiéndoos por los pasillos, a mi me encanta. No hace falta que lo busques para preguntar si hay algo, lo tienes pegado a ti desde que entraste, es un atención al cliente desde el momento que entras a la tienda, gratuito y solo para ti. ¿ Qué más se puede pedir?

Además SIEMPRE SIEMPRE sonríen.  Aunque por dentro te estén poniendo verdes, pero oye, que la buena educación se note.

Mecagüentusmuelas
Mecagüentusmuelas

 

Pero lo mejor de lo mejor, es que siempre están abiertos para nosotros,  con una explosión de artículos textiles, de bisutería,  papelería y ferretería que va desde lo kitsch a lo vintage oriental que no vas a encontrar en ningún otro sitio.