¿Hay algo que de más rabia que cambiar un billete de 50 €? ¿No había suficiente espacio en la tabla para Di Caprio en el hundimiento del Titanic? ¿Por qué soy una puta intensa en la vida? Preguntas sin respuesta.
Si tú también eres una Drama Queen de la vida, sigue leyendo…
Con 14 años y la cara como una paella te consuelas diciendo: algún día tendré un cutis perfecto; pero ese día nunca llega porque la vida adulta es aún más compleja y el estrés y la ansiedad son tu peor enemigo. A nada de cumplir 31 años con un brote de acné en la cara pensando cuándo va a terminar todo esto.
Y sí, lo reconozco. Me encanta quejarme por vicio. Es como follar con ganas o cagar con Ken Follet. Fueron muchos años de telenovelas para que no creciera siendo intensita. Y qué decir de todas las series de adolescentes preparándose para ser adultos tipo «Nada es para siempre», «Compañeros» o «Al salir de clase».
¿Sabéis esa gente que baja el volumen de la radio para aparcar? Pues yo lo hago para escuchar conversaciones ajenas. Pero no todo es culpa mía. Los asientos de las paradas de autobús deberían estar más separados porque luego me toca al lado una pareja rompiendo: él hablando, ella llorando y yo jugando al candy crush.
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Todo me lo tomo muy a pecho, con la boca abierta y abriendo los brazos con las manos en alto. Pero a ver ¿cómo voy a empezar bien la semana si soy escorpio y estoy al final del ranking de Esperanza Gracia? ¿Por qué señor? ¿Por qué? Ojalá ser un logaritmo.
La gente se enamora, tiene hijos, se compra una casa y yo aquí cambiando un colchón de matrimonio de lado completamente sola. La más profunda soledad… Y yo busco al amor de mi vida en cualquier lado, ya sea en Tinder o en la discoteca a partir de las 4 de la mañana que queda lo mismo que en las rebajas de agosto. Ya sea el técnico del gas o el carterista del metro. El amor no entiende de profesiones.
Y si eres una drama queen como yo, tienes alma de gorda. Lo dice la biblia. Domingo, 6 de la tarde y viendo Netflix a la par que comiendo queso rallado directamente de la bolsa como si fueran palomitas. Lo has hecho y lo sabes.
¿Que has tenido un día de mierda? Te tiras al sofá a comer chocolate. ¿Que has tenido un día bueno? Baño en la bañera con Ruffles como cualquier persona que se precie que ha alcanzado el éxito. Pero eso sí, no se pueden mezclar los ingredientes con 0 sensibilidad. ¿Tú crees que el langostino quiere morir con la panceta? ¿O la pizza con la piña? Pizza hawaiana SÍ o NO: LAS DOS ESPAÑAS.
Mi único objetivo esta semana era comprarme un abrigo largo y precioso con la intención de parecer una chica elegante y estilosa y una bandejita para las cosas del baño, pero la realidad se apoderó de nuevo de mi vida cuando al verme con el abrigo parecía sacada del casting de los miserables. Y no encontré la maldita bandeja para cosas del baño. ¡¡¡Te he fallado, Marie Kondo!!!!
Pero bueno, yo lo llevo bien salvo por estos pequeños detalles. En el fondo soy un encanto, sólo que no ejerzo. En fin… Como haya vida después de la muerte a mí me va a dar un disgusto.