Desde que Bridget Jones protagonizara aquel episodio surrealista en el que por fin conseguía pasar de fase con su querido Hugh Grant y debajo del vestido asomaba una antierótica braga faja, esta prenda interior ha quedado estigmatizada. Las bragas de la película en cuestión llegaron a subastarse en Ebay y algún perturbado pagó unas cuantas miles de libras por quedárselas en su casa (eso sí, todo benéfico).

La cuestión es que han pasado ya 12 años desde el éxito de Bridget Jones pero el miedo a las braga fajas sigue latente. Y eso que esta temporada las tiendas mainstream han empezado a añadirlas a sus colecciones. Bragas, fajas, corsets, bodys y demás lencería que aprieta luce ya en las estanterías de tiendas como Blanco, Oysho o Women Secret. Algunas clásicas de ese color visón que daña la vista y otras no tan clásicas, con encajes decentes y hasta formas que dices ‘esto hasta es sexy’. Lo curioso, es que se supone que este tipo de prendas están diseñadas y orientadas a aquellas chicas que tienen algo que apretar o disimular, y me he encontrado que todas estas tiendas que se han sumado a la locura lencera no tienen tallas más allá de una triste L o una 42. Y digo yo, que alguna habrá que con una 38 quiera ir embutida (si están bien hechas, estas prendas no hacen más que mejorar nuestra figura y dar forma), pero lo lógico es que seamos aquellas que usamos más de una 40 las que busquemos colocar nuestras lorzas en su sitio a base de lycra y elastán. En Intimissimi o Etam hay auténticas bellezas, pero encontrar talla es otra historia. En fin, el rollo de siempre.

oysho

Pasando ya a mi opinión personal, yo soy bastante fan de este tipo de lencería, sobre todo de los bodys. Me hacen sentirme más cómoda, más segura de mi misma y consigo que sobre todo los vestidos que más me gustan luzcan mucho mejor. Eso sí, con el paso del tiempo me he dado cuenta de que la calidad hace la diferencia en estas cosas. Tengo alguna faja de Primark que no está mal, pero desde que descubrí los bodys de Hunkemoller soy otra persona. Casi 70 euros de inversión que merece la pena al sentirte una Dita Von Teese XL capaz de ligarte al más guapo del bar.

Hunkemoller body

Este es en concreto el primer modelo que adquirí y con el que no puedo estar más contenta. En Madrid tenéis tienda en Plenilunio y por supuesto todas las tallas. Eso es ir bien apretada y a pesar de todo estar deseando que te quiten el vestido, ¡poco más que decir! Super cómodo, se adapta perfectamente, tiene una tela especial que no marca nada y un diseño sencillo pero elegante. Por ahora, y debido a lo caras que suelen ser estas cosas si son buenas, no he podido comprarme muchos más, pero mi idea es empezar a hacerme con un pequeño arsenal de bodys vintage que os iré enseñando poco a poco… ¡Que vivan las fajas!