¿Cómo sería para ti el día de chicas perfecto? Yo suelo ser muy plain, me gustan los topicazos y si pienso en un planazo de chicas incluye comida, belleza, moda y diversión. Elena y yo llevamos un año terrorífico de estrés, y cada vez que nos juntamos es para trabajar, trabajar y trabajar. No recuerdo cuándo fue la última vez que hicimos algo por y para nosotras, bueno, ahora que pienso sí que lo recuerdo… hace 3 años nos fuimos a Londres y compramos lo más grande, pero tener que remontarme tan en el pasado es preocupante.
Conocimos a Elisabet hace tiempo, éramos fan fatal mutuamente y colaboró con nosotras un par de veces, un sueño hecho realidad <3 Y con Raquel lo mismo, todas nos admirábamos y nos amábamos en secreto pero hasta que no decidimos juntarnos las 4 no se nos encendió la bombilla.
¿Por qué no nos juntamos y les contamos a las chicas cómo sería nuestro día de chicas perfecto?
Queríamos vivir un día de princesas, en el que nos mimasen y disfrutar muy a tope, sin pensar en nada más que en nosotras y en reír sin parar. Y así fue. Pillé un AVE a las 6 de la mañana y me planté en Madrid a las 9:30, muerta de sueño pero con unas ganas que me permitieron darlo todo hasta la madrugada. Quedamos todas en el Hotel Indigo Madrid, dejamos las maletas y nos fuimos directas a Miss Pestañas para pulir nuestras cejas y pestañas. Elena y yo íbamos con las cejas que parecíamos Macario, Elisabet también pasó por el hilo de las chicas de Miss Pestañas y pasó de tener dos gaticos acostaos a un par de cejas bastante decentes. Decidimos optar por ponernos extensiones en el corner del ojo, para tener una mirada más gatuna, y salimos encantadas, son unas chicas maravillosas y muy profesionales, sin duda os las recomendamos.
Al salir nos vino a recoger un Cabify, le cantamos los BSB y la canción de Chicfy (himno de nuestra quedada), y el conductor iba más contento que nadie. Nos dejó en la puerta de My Little Momo, donde nos esperaban 4 chicas maravillosas para hacernos la manicura. El local nos encantó, cuqui a más no poder y con un estilo impresionante. Nos sirvieron vinito para las borrachis y cocacola para las decentes, y entre manicura y carcajadas salimos de allí listas para comer.
No nos fuimos demasiado lejos, y comimos como señoras en El escondite de Villanueva, un garito muy cómodo con una luz ideal, que te permite comer con la calma y estar muy relajada. Comimos como gorrinas: croquetas de jamón y trufa blanca, colas de langostino con aguacate y mango, alcachofas a la brasa, hamburguesa vegana, atún con guacamole, carrot cake y un vinazo que nos sentó de lujo. Salimos del restaurante sabiendo que volveríamos, comida y trato de 10.
Al volver al Indigo Madrid nos esperaba un sorpresote, la dirección del hotel pensó en nosotras y nos reservó la planta 11, en su skylounge. Imaginad nuestras caras, ¡una planta para nosotras! Dos habitaciones IDEALES, con unos baños de esos en los que quieres quedarte a vivir, y con Madrid a nuestros pies. Estábamos muy emocionadas, pero cuando vimos la caja enorme de Primark que nos habían dejado en la habitación, alucinamos. Al abrirla había 4 cajas personalizadas para cada una de nosotras, y dentro encontramos el mejor regalo del mundo mundial, UN KIT DE SIRENA. Porque claro, nuestros amichis de Primark nos han estudiado bien y saben que somos una sirenas, así que necesitábamos nuestro pack para rematarlo. Una manta con forma de cola de sirena, un espejo con forma de concha, un chupachups de mi amiga Ariel, cositas para el baño y maquillarnos, y tarjetitas para ir a gastar en el pedazo Primark de la Gran Vía de Madrid. Los gritos al ver la cola de sirena fueron de escándalo, creo que los del hotel no subieron por educación, pero para matarnos.
No tardamos ni 10 minutos en ponernos camino a Primark, NECESITAMOS GASTAR. Estuvimos exactamente 2 horas dando vueltas, las que llevábamos tacones queríamos morir, pero aguantamos como campeonas y compramos muchas cosas. Todas apostamos por pillarnos las maravillosas medias de Primark, que pensamos que habían dejado de hacer las chachis pero han hecho otras mucho mejores (las 120 velvet), y cositas de casa (ya os enseñaremos, pero me compré una batamanta unicornio amor del fuerte).
Después de todo el cansancio decidimos ir al hotel a revisar nuestras compras y ponernos nuestros maravillosos pijamitas de Asos, que también nos vistieron con los modelazos que llevamos durante el día, y pedimos el roomservice del Restaurante El gato canalla en el propio Indigo Madrid. Ensaladita de verduras con bonito del norte, jamoncito rico ¡y sandwiches! No nos faltó hielo en toda la noche para acompañar nuestros gin-tonics, y dedicamos un par de horitas a hacer Directs en Instagram para todos nuestros seguidores, que sois lo más bonico del mundo. Caímos rendidas y nos levantamos bien pronto para aprovechar nuestro día, desayunamos bien rico en el hotel y subimos a la impresionante terraza del Indigo para hacernos sesión de fotos.
¡Toca comer! Y como no hay fiesta sin pizza, nuestros amigos de Domino’s nos mandaron una buena tanda de pizzas que nos sentaron de lujo para poder seguir la jornada. Descansamos media hora y Cabify nos llevó a nuestro amado Primor en la calle Goya 22. MADRE MÍA, el de Barcelona me parece grande, pero sin duda el de Goya es enorme. Allí nos esperaba Giannella, que nos mimó y nos cuidó como nadie, explicándonos y enseñándonos las marcas con las que trabaja Primor. Nos obsequiaron con mil cosas chachis y no pudimos evitar comprar un buen montón de productos más (sorry not sorry).
Así pasamos nuestros dos días de chicas, partiéndonos de risa, cuidándonos y olvidándonos de nuestras obligaciones (hoy el mail era un caos, pero mereció la pena). Ya estamos pensando la próxima, y es que nada mejor que un planazo con tus besties para poder volver al curro con una sonrisa y las pilas cargadas.
Mil gracias a todas las marcas por tratarnos tan bien y convertir nuestra quedada de chicas en una de las mejores experiencias de nuestro 2016 <3
