¡Feliz día, loversizers!

Quería haceros conocedoras de que he probado, por fin, las bandelettes. Sabía cómo eran, para qué servían, cómo se usaban, dónde se vendían, cómo conseguirlas, TODO. Pero me faltaba lo primordial, muslonas mías, probarlas. Así que las he usado durante cuatro días y mi opinión es la que os cuento. 

Primero deciros que yo me hice con ellas por Amazon (aquí), que daban todo tipo de opciones en cuanto a las tallas y con un precio que me resultó bastante interesante. Además, pedí dos pares: uno en color negro y otro en color nude.

No os voy a engañar así que, dándoos un adelanto, no me esperaba que el resultado fuera tan top.

Lo primero, niñas, hay que medirse bien porque es el momento crucial, no queremos que nos aprieten y se enrollen, o que se nos caigan. Poned el metro en la zona más gorda de vuestro muslito y ese dato es el que debéis usar para tomar la talla correcta.

Una vez las tengáis, disfrutad de véroslas puestas porque, de verdad, qué cosa tan bonita. ¡Ojalá me hubiera enterado antes de que este invento iba a quedar tan sexy! O al menos más que los granitos que se me hacen si voy “muslo con muslo”. A mi parecer, se asemejan a las típicas y ya conocidas ligas. Es más, si por lo que sea, al agacharnos o en un enfado del viento se nos ven un poquito, no pasa ni media.

He visto a chicas que quizá solo usan una del par para no usar las dos o para el uso de faldas con raja lateral, pero no fue mi caso. Yo usé las dos y me comí el fin de semana. ¡Y de qué manera!

El hecho de volver a querer usar falda o vestido de igual manera que unos pantalones se volvió posible en cuestión de minutos. 

Si bien es cierto que este producto se amarra a la piel mediante unas bandas de silicona que se adhieren a ella y hace que no se muevan, si vais a pasar horas sentadas donde le deis la oportunidad a la zona de sudar, no os lo recomiendo. En mi caso, uno de los días las usé para ir a trabajar y, señoras, se me iban cayendo al salir. Trabajo sentada y, bueno, aunque es algo que se soluciona yendo al baño y colocándolas de nuevo, teníais que saberlo.

Pero si os soy sincera, es lo único malo que puedo decir de este invento divino. Salvo ese día, los otros tres fueron viernes, sábado y domingo, y con una comunión de por medio. ¡Imaginad!

Creo que es la prenda salvavidas perfecta para esos momentos en los que vas a pasar mucho tiempo de pie, por ejemplo. Tipo en eventos, fiestas, paseos, unos vinos o unas cervezas, etc. Y porque yo prefería el encaje, ¡pero hay versiones realmente todoterreno!

Durante la comunión anduve de aquí para allá, hice fotos, estuve en el banquete, salía, entraba, y chicas, que aquello permanecía ahí perenne, ¡QUE NO SE MOVÍA!

Y el resto de fin de semana no es que haya sido un festival constante, ¿vale? Pero en casa, lo que se dice en casa, no he estado precisamente todo el tiempo del mundo; aun así, las llevaba y, sin duda, te dan ganas de que todas las chicas del universo se enteren de que existe algo así.

 

Recuerda, puedes comprarlas aquí.

¡Contadnos qué tal en cuanto las probéis! Yo ya sabéis que, especialmente, os leo a toditas en mi Instagram @eva.yummytoo