Parece que han pasado 400 milenios desde que anunciaron que Primark aterrizaría en la Gran Vía madrileña. Nos dijeron que abriría en otoño de 2015 y aquello sonaba como dentro de muuuuuuuuuucho mucho tiempo. Pues nada, ya estamos aquí y encima, como nos saben amantes del gigante irlandés, tuvimos la suerte de poder acudir a la fiesta de inauguración el día previo a la apertura.
Olvídate de todos los Primarks que has visto hasta ahora. Sí, incluso si como yo eres de las que defendía fervientemente los dos situados en Oxford Street (Londres). El de la Gran Vía supera todas las expectativas y provoca suspiros de admiración a todo el que entra por la puerta. El edificio es ESPECTACULAR y la sensación es la de estar dentro de un centro comercial y no de una marca low cost.
Los arquitectos de este proyectazo han mantenido la estructura original del edificio y lo han convertido en una tienda que merece la pena visitar aunque no pretendas comprarte nada (cosas que dudo.)
Ya, ya, voy al grano, que sé que a vosotros lo que os importa es el tema shopping. Pues bien, imaginad 5 plantas repletitas de ropa, complementos y demás monaditas. Nosotros tuvimos la suerte de disfrutar la tienda con muy poca gente en un evento especial así que fue una gozada que todo estuviera perfectamente ordenado por tallas y colores. Puedes encontrar de la talla 6 a la 20 (de la 34 a la 48) de absolutamente TODAS las prendas de la tienda, y eso como os podéis imaginar, es una maravilla. Nos comentaron los empleados (que por cierto son cientos) que la idea es tratar de mantener todo en orden al contrario de las junglas que podemos encontrar en otros Primark de las afueras. Me imagino que con las avalanchas que se les vienen encima los primeros días resultará complicado, pero ellos lo van a intentar ;)
Ojo a este detallazo. Sofás en cada esquina para acompañantes agotados y cargadores para todo tipo de móviles y portátiles. Si es que en Primark están en todo <3
Y ojo también a los acompañantes que tuvimos en la fiesta de ayer. Nuestro Quim Gutiérrez vestido de Minion, por ejemplo.
Tuvimos 2 horas y media para recorrer la tienda y realizar nuestras compras, y os prometo que no nos dio tiempo a verlo todo con la calma que nos hubiera gustado.
¿Lo mejor?: cientos y cientos de vaqueros de todas las tallas, colores, formas y todos por menos de 20€. Y la zona de chico en la que arrasamos.
¿Lo peor?: ni un solo vestido cuqui. Se veía todo bastante plain, poco estampado y cosa llamativa, pero esto creo que es cosa de esta colección que es más sobria de lo normal.
12,500 metros cuadrados en pleno centro de Madrid que a partir de hoy a las 11 de la mañana se convertirán en una auténtica locura. ¿Cuándo tienes pensado visitar el Primark de Gran Vía? ¡Cuéntanos tus impresiones!
