Seguro que tú también lo has leído o escuchado alguna vez, y es que según los típicos y rancios consejos para vestir según la forma de tu cuerpo: las gordas no deberían ponerse monos porque no les favorecen. Y lo triste del asunto es que durante varios años seguí a rajatabla esta afirmación…

¿Dónde iba yo con mi barriga colgandera y mi culo carpeta a ponerme un peto y espantar al personal?

Durante años me quedé con las ganas de tener uno y miraba de reojo a las gordas que habían decidido saltarse las ‘reglas’ y ponérselos a pesar de todo. Las miraba con envidia, esa es la verdad. Y este año decidí que STOP ENVIDIAS, que solo es cosa mía seguir avanzando y arriesgando en lo que respecta a moda y aceptación de mi cuerpo. Y me fui directa a comprar esa prenda que siempre había querido pero nunca me había atrevido a lucir: un peto vaquero.

He de decir que miré en muchas tiendas, y que al final la que tiene más variedad de diseños y de tallas es sin duda Kiabi.

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Tanto si quieres un mono arregladito o un petito vaquero, tienen varios modelos. Me probé casi todos en tienda y he de decir que todos quedan bien. Casi siempre me cojo una talla más a la mía habitual, porque no me gusta que me queden muy muy pegados.

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Y aunque todos son muy cuquis, mis favoritos son los vaqueros. Porque son lo más ponible de la vida, van con todo, y aunque ir a hacer pis es un poco drama (sobre todo no los recomiendo para ir de fiesta), merecen la pena. ¡Al menos para mi! Supongo que es el subidón de atreverme por fin con algo después de tantos años.

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Finalmente me llevé dos a casa, siendo este uno de ellos:

 

Jamás pensé que me iba a sentir tan cómoda con un peto ajustado, y que me fuera a dar tanto igual que la gente me mirase cuando lo llevo puesto. Te animo a que si le estás dando vueltas te pilles uno, o al menos te lo pruebes… ¡quizás te llevas una sorpresa! <3