Hombres del mundo, de este planeta, de este siglo y de esta franja horaria: es hora de salir de vuestra hibernación estilística. En cuestiones fashionistas los chicos no suelen complicarse mucho. Compran simple y llanamente por necesidad. Necesito un pantalón, pues me compro un pantalón. Y si puede ser el mismo modelo Levi’s que llevo usando desde el instituto mejor. Cero complicaciones.

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Para ellos las tendencias no existen. El impulso de conocer nuevas marcas, cambiar, arriesgar en formas o colores es una quimera. Pero muchachos, es hora de que seáis conscientes de que la ropa es mucho más importante de lo que pensáis. Precisamente porque en vuestros looks partimos de pocas variantes, las mujeres somos expertas en fijarnos en los detalles que marcan la diferencia.

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Porque esos detalles son los que os definen. Y cuando salimos de caza con ganas de marcha o cuando estamos buscando al padre de nuestros hijos nos da igual que seas calvo, que tengas tripa, que tengas granos, que seas bajito, que la tengas pequeña o que tus orejas sean tamaño XL. Nos da igual. En serio. Igual.

Cuando buscamos maromo, nos fijamos en sus pintas. Sí, en sus pintas. Porque el rollo que llevas te define. Si llevas una chupa con aires rockeros, si luces una bufanda extra grande a juego con un libro escondido en la mochila, si llevas unas botas de empotrador o la camiseta de ese grupazo que has elegido para salir por la noche.

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Así que voy a intentar daros unas pautas en el dress code masculino para que la próxima vez que vayáis de compras no cojáis el primer jersey anodino de Celio*; sino que os paréis a reflexionar un poco y os preguntéis: ¿esta prenda me define? ¿dice algo de mi? ¿se adapta a mi estilo y a mi forma de ser? ¿me siento a gusto con lo que representa?

DRESS SUIT. Ir de traje parece sencillo, pero ir de etiqueta y sumando estilo no es algo que haga bien cualquiera. Es más, los chicos que llevan todos los días traje para trabajar no suelen saber qué ponerse cuando tienen un evento. Empecemos por lo fácil: si tienes un traje en tu armario desde hace más de 10 años es hora de que pase a mejor vida. Invierte en un traje de corte impecable, más entallado, con colores neutros que puedas reutilizar según la ocasión. Para un toque más chic puedes jugar con los complementos: puedes añadirle una camisa con gemelos o unos tirantes. Para restarle formalidad, un traje de lino es una fantástica alternativa.

 

Zapatos, €72 / Camisa, €155 / Gafas, €145 / Guantes, €250 / Cinturón, 295€ / Tirantes, €27 / Americana, 250€ / Americana, 165€

 

CASUAL CODE. Suele ser el código de estilo más complicado: no puedes ponerte traje ni la camiseta de tu grupo favorito. Lo más habitual es que nuestros hombres recurran a los pantalones chinos y los náuticos, pero esta opción es más antigua como anodina. Apuesta por una americana ligera, camisa desenfadada, vaqueros y botines chukka. También nos sirve una camisa de cuadros y una buena parka.


Jeans, €31 / Americana, €105 / Reloj, €170 / Camisa, €58 / Gafas, €175 /
Cinturón, €32

 

DRESS DOWN. Aquí es donde debe salir a relucir con todo su esplendor la personalidad del interesado. Si te gusta el rock luce chupa sin complejos o si amas una película por encima de todas las cosas este es el momento para presumir de orgullo frikie.


Jeans, €72 / Biker, €255 / Botas, €200 / Camiseta, €23 / Scarve, €82 /
Polaroid, €115 / Cascos, €72 / Mochila, €62

 

SPORT CHIC. En los looks sport he visto verdaderas aberraciones al buen gusto. Una de mis máximas vitales es: a no ser que seas deportista de élite, nunca vayas por la vida en chándal. Es el anti libido total. Evita texturas brillantes y plasticosas. Lo mejor es apostar por el algodón y las sudaderas. Piensa primero si la ropa es reutilizable en otros contextos que no sean deportivos y si la respuesta es afirmativa, puedes continuar. Está bien que compres un básico en Decathlon, hay prendas interesantes, pero ir de pies a cabeza Made in Quechua es un NO rotundo.


Pantalón, €24 / Chaqueta, €97 / Vans, €54 / Bolsa, €51 / Sudadera, 20€

 

Lo más importante es que os conozcáis a vosotros mismos y sepáis con que estilo os sentís más cómodos. Igual que invertís tiempo en elegir un determinado coche o un móvil, debéis preguntaros lo mismo con la ropa. Os lo agradecemos fuertecito.

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