Últimamente todas las marcas (incluso las que hasta hace dos días machacaban a las mujeres por usar más de una 42) se suman a la moda del Body Positive. Porque sí, desgraciadamente este movimiento es por ahora una moda que aunque esperamos haya llegado para quedarse, lo cierto es que la mayoría se suman al tema por ser tendencia y no porque realmente entiendan lo importante que es dejar de machacar a la gente por el mero hecho de ser diferente.
Entre toda la morralla destaca gente auténtica. Gente como Becca McCharen que gracias a su talento está trabajando ya con Madonna, Taylor Swift o la mismísima Beyoncè y que en cada desfile me flipa más que en el anterior.
Sus prendas están tan bien hechas que a pesar de su psicodelia sientan bien a todo tipo de cuerpos. La propia Becca asegura que su intención es que todas las mujeres se vean representadas en su obra: transexuales, de todas las razas, de todas las tallas.
No soy muy de desfiles, pero viendo los de Chromat disfruto como una niña pequeña. Donde esté esta maravilla que se quite Victoria’s Secret.
Me encanta que la propia Becca dice siempre en sus entrevistas algo que estoy cansada de repetir: sabremos que vamos por buen camino cuando todo esto (que trabajen en sus desfiles mujeres trans, plus size etc) no sea noticia. Insiste también en lo raro (por no decir otra cosa) que es, que históricamente hayan sido los hombres los que deciden cómo debe vestir la mujer y a partir de qué talla pueden desfilar. Una grande Becca, desde aquí todo nuestro apoyo.