Cuando llega el calor, los chicos se enamoran, es la brisa y el sol… 

Yo no sé si este verano me voy a enamorar como dice la canción, lo que sé es que para aquellos que nos ha tocado quedarnos en Madrid con esta ola de calor infernal, ir a trabajar cada día se está convirtiendo en un suplicio. Dejando de lado la envidia que supone ver a la gente subiendo fotos a Instagram y Facebook sin ningún tipo de consideración hacia los demás, lo peor de tener que ir a la oficina cada mañana es el calor. El calor de salir de la ducha y dejar de sentir el agua fría en la piel, el calor de secarme el pelo cada mañana (porque tengo un pelo de lo más desagradecido que, por muchas alternativas que haya probado, necesita lavarse y secarse a diario), el calor del andén del metro, de las escaleras del metro, del paseo desde el metro hasta la oficina, del ascensor subiendo 6 plantas a una velocidad lentísima… Hasta llegar a la oficina. Bendita oficina, con su aire acondicionado, su café por la mañana para ponerse al día, sus cotilleos, sus ‘Pero qué mona vas hoy, ___ (inserte nombre aquí de la más fashion de la oficina)’…

No pasamos meses deseando que llegue el verano, deseando que se acabe el frío y podamos disfrutar del sol, deseando quitarnos capa tras capa de ropa y empezar a enseñar brazos y piernas, deseando poder disfrutar de las terrazas y saber que las vacaciones están a la vuelta de la esquina… Pero por desgracia no reparamos en las desventajas del verano, que no son pocas, y una de ellas es trabajar en verano. Pero trabajar no en el chiringuito playero con la brisa, la sal en el pelo y el sol tostando tu piel, nooooo, trabajar en la oficina, con tus piernas tapadas, tu rebequita por si el aire acondicionado refresca y tus ganas de playa y piscina, porque si por mi fuera aparecería cada mañana en la oficina en bikini. Con sombrilla, sombrero y cóctel playero incluido. Pero por desgracia para mí y para la mayoría de las mujeres que estamos ahora mismo atrapadas en la jungla de asfalto que es Madrid, eso es algo que no nos podemos permitir.

Así que para superar este calor, una gran idea es coger la tarjeta, irse de compras (a ser posible a un centro comercial con aire acondicionado a cascoporro) y copiar alguno de los outfits que os enseñamos aquí. No os vamos a descubrir América, pero seguro que os damos algunas ideas…