Ea, pues ya estoy aquí otra vez más para reivindicar que todo tiempo pasado nos parece mejor, sobre todo cuando se trata de hablar de pelis de vampiros.

Que en la era milennial vivís azotados por seres de piel brillante y amores tormentosos, y me parece tan guay como que hasta los años 70 fuera Christopher Lee el máximo referente en aquello de dar repelusín chupando yugulares, pero…

A lo que vamos: hubo una serie de pelis en mi época (sí, los últimos estertores/coletazos del siglo XX) que nos hicieron flipar con los colmillos ajenos, hasta el punto de pensarnos seriamente pasarnos de hecho a la inmortalidad, para superar el tedio adolescente.

Yo siempre he sido muy fantástica, muy de rollos de terror. Siempre me fliparon los monstruos clásicos (momia, hombre lobo, vampiros, Frankenstein…), y disfrutaba con las interpretaciones de Lon Chaney Jr, Béla Lugosi o Boris Karloff, aunque para mí les faltaba un plus.

Luego estaban que si Jason Vorhees, que si Freddie Krueger, que si la matanza de Texas…

Todo un revival del culto al género de terror, pero le faltaba un plus, que vino a solucionarse con pornosidad y calidad interpretativa.

¿Alguien recuerda Jóvenes ocultos?, si no la habéis visto, ya os la estáis descargando y comentando con vuestra BFF.

Esta peli de vampiros (tranquis, no os la voy a destripar) tiene al entonces guaperas de Kiefer Sutherland al frente de un elenco entre los que también destacan el luego desaparecido (porque poco más hizo en la Meca del cine) Jason Miller, y a los dos Coreys (Haim y Feldman), en su primera película juntos.

El rollo es que tiene una banda sonora muy buena, unos efectos especiales muy currados para 1987, un grupo de vampiros melenudos que no sabrás con cuál quedarte (bueno, son todos míos, pero os presto alguno), y está ambientada en la época actual.

Una ya estaba esperando a la luz de la luna llena con el cuello al aire, cuando llegó el señor Gary Oldman para rematarme.

En el 92 se estrenó Drácula, de Bram Stocker y, para quien la haya visto (??‍♀️??‍♀️??‍♀️??‍♀️??‍♀️??‍♀️??‍♀️??‍♀️??‍♀️??‍♀️??‍♀️), sabréis que desde entonces hay un punto muy masoquista con eso de que un maromo muy misterioso y bastante sádico te sobe a base de mordiscos lo que viene siendo.

Eso, y que te susurre aquello de «he cruzado océanos de tiempo para encontrarte».

En pleno hype (que se diría ahora) con temas vampíricos, en el 94 se hizo una flipante adaptación de uno de mis libros favoritos: Entrevista con el vampiro.

Si sois muy de mitos, sólo os puedo decir que en esta peli se juntan Tom Cruise y Brad Pitt. Ale, os acaba de estallar tó lo genital. Lo siento.

Este largometraje ambientado entre el siglo XVIII y el XX, consiguió hacer un mito de un personaje a priori tan malvado como Lestat (quienes estáis del rollo de las Crónicas vampíricas literarias sabéis por dónde voy).

Es verdad que la adaptación tuvo algún pequeño fallo respecto al libro, pero ver a Tom Cruise saltar del enfado a la ironía (cuando abre la tapa del ataúd donde ha metido a la prostituta) con unos colmillos postizos y una peluca rubia es, simplemente, delicioso.

Y cuando ya creíamos que el rollo vampiro estaba en las últimas, llegó Blade.

Sí, es todo lo contrario a lo que nos habían vendido hasta entonces: empezamos con vampiros que se pasean por la calle con pantalla total, pero le doy una oportunidad porque la banda sonora me flipó hasta a mí (rockera hasta el tuétano), y la historia estaba muy bien perfilada.

El rollo es un cazador de vampiros con un nacimiento muy turbio, persiguiendo a un chupasangre con mucho morbo, que quiere dar un cambio definitivo a aquello de andar ocultándose de los simples mortales.

Y te plantan a Wesley Snipes con todos sus músculos muy bien preparados para perseguir al rebelde Stephen Dorff.

Vamos, lo que sigue haciendo del «me paso la autoridad por el forro» en un SÍ, A ME STESSA.

Y hasta ahí puedo leer, porque el tema de intercambio de fluidos corporales (sangre, mentes sucias), aunque muy excitante en pantalla, te puede acarrear ITS’s varias, además de dejarte anémica perdida, así que antes de daros al vampirismo, veros unas buenas pelis.