Bueno, pues resulta que me he pasado este año haciendo dieta para bajar de peso, donde lo principal ha sido el eliminar las cosas con azúcar añadida, golosinas, masas, etc. El punto es que me ha dado resultado y he bajado muchos, muchos kilos, todo el mundo a mi alrededor lo nota, me lo comentan o me miran con ojos de plato. Y de pronto me enfrento a reacciones comunes y actitudes repetitivas de quienes me rodean que me han llevado a escribir estos ocho puntos que creo importantes de transmitir al mundo, ya que probablemente a más de alguna le ha pasado cuando se enfrenta a un cambio físico. Aquí están mis descargos:

1.- Si me jodías la vida diciéndome que estaba gorda y ahora vives diciéndome que menos mal que ahora estoy estupenda, créeme, tu opinión no me importó antes ni me importa ahora. No bajé por darte el gusto a ti, ni me interesa ser tu amiga. Yo habré adelgazado, pero tú sigues siendo la misma persona falta de neuronas que evito en mis círculos de amistad.

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2.- (corolario del punto anterior) Si me jodías la vida diciéndome que estaba gorda y ahora ni me miras porque no tienes nada que decirme ¡¡¡YESSS!!! ¡Hierve en la envidia que siempre me tuviste porque me veías feliz y tu vida sigue pequeña como una lombriz! La la la la la :D :D :D

3.- No me he divorciado, ni mi marido me engaña, ni mis hijas se fugaron con el estado islámico. Tampoco perdí el trabajo, ni tengo un amante, ni estoy enferma. Bajé de peso porque me dio la real gana así como me daba la gana estar gorda y sentarme en la opinión ajena.

4.- Soy una gorda en pausa. Adelgacé a punta de dieta, ejercicio y tratar de dejar el azúcar para siempre. Eso no me hace mejor que cualquier otro gordo. ¡Basta ya de mirar a la gente con sobrepeso como enfermos sin autocontrol! Modificar hábitos alimenticios es demasiado difícil. A diferencia de un drogadicto o un alcohólico, los gordos no sacamos nada con cambiar nuestros círculos sociales porque todo el mundo come y deben comer para vivir. El único detalle es que a los gordos si se nos nota nuestra debilidad al golpe de vista, pero hay muchas almas negras y venenosas ocultas en los que se creen “cuerpos perfectos” sembrando el odio por los demás, que es mucho peor que tener lorzas.

5.- Si antes no me decías nada y ahora me dices a cada rato lo guapa que soy, una aclaración: ¡Siempre he sido guapa! No me hice una cirugía estética, mi cara, cuerpo y alma tienen la misma belleza de siempre. Solo mi talla es distinta.

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6.- Me felicitan por haber adelgazado y después me ofrecen golosinas para que me salga de la dieta “por una vez nada más” ¿Le ofrecerías una copa de vino a alguien en tratamiento por alcoholismo? Guardando las proporciones con lo último, lo otro también es maldad y desconsideración. Por suerte heredé de mi padre un carácter fuerte y la capacidad de poner cara de pitbull furioso, así que no muchos se atreven a insistir en esa “única vez”.

7.- Me piden consejos de adelgazar a cada rato y me encanta contar mi experiencia porque ha sido un camino arduo, pero mi entusiasmo se acaba cuando empiezan a hablar de lo malo que es ser gordo y de que como es posible no medirse con la comida y bla bla bla (ya no los sigo escuchando). Les cierro su discurso gordofóbico hablando de algo que se llama EMPATÍA , o simplemente ponerse en los zapatos del otro. ¿Por qué juzgas a los demás si no los conoces, basándote en el volumen corporal? ¿Qué clase de personas desconsideradas y superficiales nos estamos volviendo?

8.- Si eres de los que no me decía nada antes ni ahora, o siempre me dijiste lo guapa que soy, eres de los míos, de esos que me quieren por la persona que siempre he sido y que sigue aquí. A ellos, simplemente los amo, gracias por estar ahí y por hacer de este un mundo mejor, como mi adorada comunidad Weloversize ;)

Sola Alviviry (Maruxa)

 

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