Hola, mis preciosas amigas (y preciosos amigos). Soy Cris. Nunca he tenido una mejor oportunidad que ahora para expresaros todo lo que voy a decir. ¿Y por qué es un momento tan bueno? Porque es el ahora. Y solo por eso ya es perfecto.

Tal vez algunas de vosotras aún no me conozcáis, o quizás llevamos tiempo sin hablar, o a lo mejor acabamos de mandarnos un meme por WhatsApp. Esto no importa demasiado. Lo importante es que seremos amigas, que vamos a vivir muchas cosas juntas, incluso puede que envejezcamos juntas. Y, madre mía, cómo os quiero.

Pero os quiero fuerte, os quiero mucho y os quiero bien. Os quiero en mi vida y quiero formar parte de la vuestra. Quiero esa auténtica amistad real, sana y profunda de la que hablan las pelis igual que hablan del amor verdadero.

Y es que en cierta forma sois (o vais a ser) mis amores verdaderos, con las que me acostaré, pero para ver series y comer pizza, y para hablar de todo y nada a la vez hasta que se nos cierren los ojos.

Creo que nunca os podré agradecer lo suficiente todas esas cosas que vais a hacer por mí, pero tened por seguro que siempre voy a estar a vuestro lado, tanto para saltar hasta la extenuación ante una buena noticia, como para levantaros si os pegáis un hostión de realidad. Estaré ahí cuando nos emborrachemos celebrando algo y cuando tenga que sujetaros el pelo para vomitar.

Jo, cuántas cosas vamos a vivir juntas… Quiero que coleccionemos recuerdos, más que cualquier otra cosa, que seamos felices con lo que nos depare el futuro, que riamos mucho y por buenos motivos, que hagamos pequeñas locuras y que aprendamos mucho de nuestras vivencias. No hay nada de malo en quererlo todo, ¿verdad?

Ah, sí que hay algo que no quiero: no quiero que perdáis vuestra esencia, porque sois mis amigas, mis maravillosas y raras amigas, y jamás pretendería cambiaros. Sois únicas, y por eso os quiero. Somos como varias piezas de un puzle abstracto, con muchos colores y formas diferentes, que al juntarse forman un dibujo. Extraño, pero precioso. Sí, así somos, y me encanta.

Pero prometedme una cosa: que cuando seamos yayas, y todo lo que vamos a vivir se convierta en recuerdos, seguiremos estando tan maravillosamente locas como ahora. Y beberemos y cantaremos y bailaremos y nos reiremos por cosas muy estúpidas o muy profundas. Siempre.

Gracias, increíbles amigas, por estar conmigo. Nos espera una larga y estupenda vida. Hasta siempre, mis amores verdaderos.

 

Imagen destacada