De vez en cuando me da mi vena maruja y me paso por perfiles de Instagram de famosetes para cotillear. Supongo que lo hacemos casi todos pero solo unos cuantos valientes (como yo, claro) lo reconocemos. El caso es que el otro día eché la tarde en el perfil de Anabel Pantoja.
Antes de nada decir que esta mujer no es santo de mi devoción, ni ella ni nadie de su familia. Ni soy Pantojista (o como se llame) ni sé cómo narices llegué al perfil de esta chica, pero llegué, y lo que vi en sus fotos me dejó patidifusa. No hay ni una sola instantánea en la que a esta mujer no se la insulte, agreda o hasta amenace con darle un par de hostias. Desconocidos de toda España y parte del extranjero se despachan con muchas ganas y vuelcan su ira sobre esta muchacha que aparentemente no les ha hecho nada, pero a la que ellos odian con todas sus fuerzas.
Me llamó especialmente la atención esta imagen.
Así de primeras yo veo a una chica guapa y feliz con unos pestañotes de aúpa. Eso es lo que yo veo, claro, porque a los usuarios de Instagram les parece otra cosa. Os dejo unas cuantas capturas de los energúmenos que firman esta foto:
Entre los que insultan hay de todo: hombres, mujeres, chavalicos, señoras mayores… Creo que lo único que tienen en común la gran mayoría son las tremendas faltas de ortografía y las ganas de ofender, de causar el mayor daño posible y llamar la atención.
Me he tirado 10 minutos leyendo comentarios y me han entrado ganas de llorar que más tarde se han convertido en ganas de matar. ¿Cómo puede existir tanto odio en el mundo? Y sobre todo, ¿por qué nadie le explica a esta gente que hundiendo a otras personas no van a conseguir sentirse mejor con ellos mismos? Porque os invito a daros una vuelta por los perfiles de los agresores. Hasta la fecha ninguno es Brad Pitt.
Me juego la vida a que tratan de suplir sus propias carencias y complejos a costa de hundir a un tercero. En este caso a un personaje famoso, que parece que por el mero hecho de salir en televisión ha dejado de ser persona y tener sentimientos.
A Anabel Pantoja antes la insultaban por gorda. Ahora que ha adelgazado, resulta que su tara es que tiene arrugas, que es fea, que tiene demasiados dientes en la boca. Cierto es que la chica no ha hecho méritos para que hablemos de su cociente intelectual, pero ¿quiénes somos el resto para decirle si debe o no comer más, si tiene o no que teñirse el pelo o lo que me faltaba, ponerse brackets?
Ojalá pronto todo este odio vertido de forma gratuita tenga consecuencias y que a toda esta gente le salgan caras sus palabras. Nuestra libertad acaba donde empieza la del vecino e insultar a través e las redes sociales no es dar tu opinión, es una AGRESIÓN en toda regla y por lo tanto los que lo hacen merecen ser castigados. Ponedles una multa ya veréis como se callan y se van a llorar sus complejos a otro lado.
Besitos Anabel, que al menos parece has aprendido a ignorar toda la basura que te rodea y es lo mejor que puedes hacer <3
