Sé siempre la misma. Sé quien queremos que seas, no cambies. Sé buena amiga, buena profesional, buena persona, buena madre, buena pareja, buena hija, buena nieta, buena sobrina, y cumple con el orden social. No armes escándalo. 

Sé esa que abre su corazón para todos y todas como una tienda, sé lo que se espera encontrar en sus lejas, y no te vayas cuando haya tormenta, porque también sé salvavidas. 

Sé la amiga del sí quiero, abandéralo. Ni se te vaya a ocurrir decir que no. Que no piensen raro de ti, que no crean que les fallas, que no les falles, por favor. 

Sé el tiempo que quieren o quiere compartir, sé la paciencia, quien escucha la promesa, quien se la cree, quien la espera. Si te tienes que decepcionar, si a alguien tienen que disparar con el dardo de la indiferencia, ponte a tiro, sí, tú. Sé tú. Que el resto no se pueden decepcionar. 

Sé, Sé y sigue siendo; sin ser. 

Y acabarás muriendo, en vida. 

Y si te rebelas, si un día tras otro te cansas, te hartas, te agotas, y decides escucharte, decides decir BASTA, y osas pensar en ti, en tu vida, puede que te hagan ver que se quema Troya, que has cometido un mal mayor, que debes ser juzgada. Pero recuerda: decepcionar, es un arte que con el tiempo te rescata a ti misma. No dudes en ser, contigo. Y el resto, el resto que corran- te lo dice la vida, que contando el tiempo que pasa, no tiene registros de tu vivir.

 

Almudena