Tengo la teoría de que las mujeres, cuando se hacen Madres, justo en el momento del parto, de la firma de adopción o de lo que sea que pase que las convierta en Madres, sufren un algo en su interior que hace “click”.

No hablo del instinto, ni del amor maternal, ni de cosas de estas. Esta activación se produce en sus cabezas y es que, de repente, son Madres (es un hecho), se comportan automáticamente como tal (normal) y, de repente, saben cosas que antes ignoraban (sorprendente).

A mi, que no soy madre, no me ha hecho ese “click” en el coco, por lo que necesito, de vez en cuando, recurrir a una mamita para según qué cosas.

Con lo cual tengo a mis amigas-madres fritas con cosas como:

  • Tú que eres madre… ¿Con qué se quitan las manchas de guayaba?
  • Tú que eres madre… ¿Me quedo donde estoy o me lanzo a una aventura y acepto ese trabajo en Filipinas?
  • Tú que eres madre… ¿Qué es bueno para los sabañones?
  • Tú que eres madre… ¿Me lío con Jose sin decirle nada a Alberto o voy de frente?
  • Tú que eres madre… Con esta falda, ¿Me pongo medias negras o transparentes?


Y así puedo seguir hasta el infinito. Porque mis amigas, desde que son Madres, saben cosas que antes no sabían… Y que, curiosamente, nada tienen que ver con bebés, ni con la crianza, ni con nada de eso. Es ese “click”. Sinceramente creo que todos tenemos todo ese conocimiento y sabiduría ahí dentro, pero está encriptada. Sólo se puede se puede acceder a ella una vez que la persona se convierte en Madre (maldito “click”).

El caso, las Madres son más sabias y siguen unas reglas de la lógica de nivel superior a las del resto de mortales. Llámalo inspiración, instinto, don divino o brujería, pero así es: los consejos de Madre son… Consejos de Madre.

Y por eso mis amigas-madres tiemblan cuando mi conversación empieza por las palabras: “Tú que eres Madre… Necesito Consejo”.

 

@sandecesbybertabo