Escribo esto lo mejor que puedo. No intento que nadie se compadezca de mi. Solo quiero contar mi historia, por si le puede servir como ayuda a alguien .
Es duro. Tener un familiar alcohólico, en este caso mi padre, es como vivir con una persona con dos personalidades. Te sientes atrapado,confundido. Llegas a admirar a una persona que al día siguiente, bajo los efectos de la sustancia en cuestión, te anula como persona. Te atrapa,humilla,maltrata psicológicamente y hasta hay casos que físicamente (a mi no).
Tu casa deja de ser tu hogar. Por una parte, es tu casa, donde vives. Pero por otra parte es el lugar que te provoca incertidumbre, el lugar donde te sientes mas cómoda pero también más vulnerable. Decir «cuando pueda me voy de esta casa» es casi rutinario. Empiezas a desconfiar. Cuando una persona está bajo los efectos del alcohol pierde mucha capacidad de control. Un día, de «suerte», puede que con el alcohol le de por ser la persona más agradable del mundo, graciosa e irritante, pero no dañina. Pero otro día puede ser agresivo, saltar a la mínima, hacerte sentir la peor caca del universo.
Y lo irónico es que al día siguiente no le puedes tener todo en cuenta. Porque él no es consciente de todo lo que ha dicho y hecho. Y tú, tu interior, no le puedes culpar, ya que sabes que es una enfermedad. Pero siempre queda algo ahí. Se acumula el rencor sin querer.
Dicen que para curar un problema primero tienes que aceptar que lo tienes. Bien. Ese es el problema de esta enfermedad. El alcohol crea una dependencia en ti y no eres consciente de lo que debilita tus facultades, debilitándote a ti y a los de tu alrededor. El típico «yo controlo» es la mas básica de las excusas.
Buscan pelea. Parece que lo digo así tal cual. Pero buscan la forma de armar enfados, te buscan para que entres al juego, y poder desatar su ira, teniendo tú la culpa. Creo que solo las personas que han sufrido esto saben de que hablo. La dos caras de la moneda. Quieres evitar esta situación a toda costa.
Lo más importante que os puedo recomendar es que TÚ eres TÚ y tu FAMILIAR es tu FAMILIAR (y digo familiar como digo amigo). Aunque es inevitable que te enfades, que llores, que tu autoestima baje, que sientas que no vales para nada, tu sigue tu vida. No es fácil ni mucho menos. Pero es imprescindible que tu estado de ánimo y tu forma de ser no dependa de nada ni de nadie, aunque cueste.
No puedes hacer nada (y más si eres menor) porque en el fondo sabes que es una enfermedad, que es tu padre y que le quieres. Y que por mucho que te cueste asumirlo, no le puedes cambiar si él no quiere. Pero también te planteas hasta qué punto podrás aguantar esto. Hablas con él, sobrio, y te dice que no tiene un problema, que hay gente que bebe más o que antes se embriagaba más. Se justifica.
Es una lucha interna. Te planteas si algún día te cansarás y no querrás saber nada más de él. También incertidumbre de si algún día se va a estrellar con el coche, le dará un coma etílico o se caerá por la calle.
Otra cosa es que no sabes a quién se lo puedes contar sin que te miren de otra manera, a ti y a tu familia. Nadie te termina de comprender. Envidias las familias con padres no alcohólicos, y sueñas con tener eso un día. No sé cuanto tiempo mas seguiré así, cuanto tiempo tendré para justificarme con la explicación de que es mi padre y que tengo que respetarle tal y como es, antes de que me de por vencida.
De momento, voy a seguir MI vida. Con ayuda de amigos, otros familiares y ayuda psicológica, voy aprendiendo que yo no tengo la culpa de nada, y que es así,me guste o no.
Ro.
