El año 2008 fue uno de los peores y a la vez uno de los más maravillosos de mi vida.

Tenía 23 años, estaba cursando mi último año de Universidad (realizando las prácticas profesionales), y por una suma de situaciones que estaban fuera de mi control terminé en urgencias con una crisis de ansiedad.

No sé si han tenido una alguna vez un ataque, pero es una sensación horrible. Mientras lloraba casi sin poder respirar tenía a una amiga tomada de la mano y no la podía soltar, porque sentía que si la soltaba la tierra me iba a tragar y me iba a morir. El diagnóstico final fue una depresión, y lo principal que me dijo la doctora era que necesitaba estabilidad en mi vida y alguien responsable que se pudiera hacer cargo de mi- Así fue como llegué a vivir con mi hermana que tenía unos 7 meses de embarazo, y mi cuñado.

Esas primeras semanas con ellos yo era un «estropajo»: no me levantaba de la cama, si lo hacía no me bañaba, si me vestía lo hacía sobre el pijama. Tenían que preocuparse de que comiera, que me bañara, y que saliera a que me «diera el aire». No me interesaba nada, si moría para mi estaba bien, porque así dejaba de sufrir y de molestar.

Hasta el día en que nació ella, mi sobrina Amelia, la personita que llegó a cambiar mi vida, a devolverme la vida.

De no importarme nada, ella llegó a ser mi todo. Esa bebita me devolvió las ganas de vivir y me enseñó el amor más puro e incondicional que he conocido hasta ahora en mi vida, por mucho tiempo fue mi razón de existir y de respirar.

Hoy tiene 10 años y el amor que sentimos la una por la otra crece día a día, somos partner en nuestras locuras, salimos de viaje juntas, hacemos guerras de cosquillas, comemos hasta más no poder y peleamos como si fuéramos hermanas.

Con su llegada vino a recordarme que la vida es hermosa y vale la pena vivirla, gracias a ellla volví a ver la luz cuando vivía en las tinieblas.
Cada vez que estoy con ella me siento inmensamemte amada, un amor incondicional y en el que jamás me he sentido juzgada, ese amor puro que solo los niños te pueden dar. Y yo, he recordado esa forma de amar.

No sé si es la historia de amor más épica o hermosa, pero para mi es lejos la mejor historia de amor que podría existir.
¡¡¡Te amo mi Ame!!!

Gracias chicas de Weloversize por esta oportunidad de plasmar esos amores que nos han cambiado la vida.

Besos!!!

 

Natty Jaramillo

 

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