Hoy hablo desde la rabia, desde el dolor.
Soy mujer, lesbiana y gorda. Siempre he tenido una talla más alta que el resto. Desde pequeña me creía diferente. Sabía que había cosas que por mucho que quisiera no podría conseguir. Mi lema siempre ha sido «mi talla será un problema cuando me impida hacer lo que yo quiera».
Yo sólo quería ser buena persona. Pensaba que eso me salvaría, que eso compensaría mis demás carencias. Si yo era buena, me iban a querer, sin importar mi talla.
Yo sólo quería ser buena persona. Pensaba que eso me salvaría, que eso compensaría mis demás carencias. Si yo era buena, me iban a querer, sin importar mi talla.
Así que fui buena, cumplí órdenes.
Me maquillaba, como mi madre me pedía, para resaltar lo que según ella era lo bonito que tenía, mi cara. Mis amigas se maquillaban a escondidas, yo me desmaquillaba.
Nunca enseñé de más por no molestar al resto. Usando pantalón largo en verano y bañador. Hasta que simplemente dejé de ir a la playa a bañarme de día. No usaba vestidos demasiado cortos porque nunca me favorecían, me decían. Usaba ropa holgada para no enseñar unos pliegues que no son visualmente bonitos, según lo que me marcaban.
Y aún así, intentando ser lo menos molesta para la sociedad, la gente seguía insultándote por la calle. La gente sigue dirigiéndose a mi dándome consejos que no he pedido ni quiero.
He aceptado personas muy dañinas en mi vida sólo porque al «estar gorda no podía espirar a nada más». Me he creído incapaz, me he dado asco, me he invalidado una vez y otra.. Simplemente por usar una talla de más.
He bailado menos que mis amigos por creerme que invadía demasiado espacio y que los movimientos de mi culo molestarían. Han ligado conmigo para reírse con sus amigos. Era motivo de burla y consiguieron que acabará desconfiando.
Me han llegado a decir que por ir maquillada no iba a estar más delgada. Que tenía unos ojazos pero era una pena el resto del cuerpo que le acompañaba. Me han llegado a gritar infinidad de insultos por la calle. Gente que no me conoce, que sólo se acercan a darte un consejo como si eso fuera a cambiar tu vida, como si yo no supiera lo que hay.
Pero hoy ha sido el colmo. Una niña pequeña, ha decidido no querer sentarse a mi lado en el bus porque las gordas le dan asco.
Y yo os digo. La educación no es un juego. Educar con odio a la diversidad es un error. Al final sólo genera que la gente se odie porque, mundo, somos todos diferentes. Fomentar unos «ideales» desde pequeños hace que vayan a seguir creciendo niñas como yo. Niñas que se desprecian porque creen que sólo hay dos opciones. O ser delgada y bonita o prepararse para la guerra. Las bombas que caerán a diario sobre ti en forma de insultos, comentarios dañinos y desprecios; ya sea del resto o de ti.
Por favor, dejad de educar a las personas odiándose por lo que son. No necesitas nada para ser alguien con derecho a ser amado. Ser tú está bien y es necesario para estar en paz. Ni maquillajes, ni tallas, ni ideales…Aceptación es lo que necesitamos.
