Queridas mías, inauguro esta sección en la que pretendo volcar mi bilis y mi amor infinito a la humanidad (que no soy incompatibles) con una de las especiféminas sobre la que he podido elaborar amplias tesis desde mi más tierna infancia.

Comencemos pues: a estas alturas de vida , que levante la mano aquella mujer que no se ha encontrado con una mala pécora ávida de maldad y traición que se hizo pasar por su “ foreverfriend”  y le dio más puñaladas traperas que Jack el destripador en sus buenos tiempos.

¿Veo una mano?…. ¿No veo ninguna? Ahá, lo sospechaba.

Si queridas, de esa clase de malaszorras nos hemos tragado a unas cuantas ya, pero no es de estas malas malísimas de quien vengo a hablaros hoy: coged mi mano, bajad unos escaloncitos en el nivel de ruindad y….si, allí está, sonriéndoos ampliamente, presente en vuestra salida del último sábado, en la escapada a la playa de julio, en el cumple de María, en todas tus redes sociales. ¿La estás viendo, verdad? Es ella, no hay duda: la Malamiga.

Este espécimen es habitual en un 98% de las relaciones femeninas (el 2% restante está con los dentistas que no recomiendan  Sensodyne) y por si aún no le habéis puesto cara a la vuestra, voy a daros algunas pistas que seguro que os inspiran…

  • La Malamiga, por paradójico que resulte, se hace llamar tu “ amiga” y con el mismo término te refieres tú a ella, pero es la típica de cuya ausencia en un plan molón te alegras. A la que tampoco insistes tanto para que venga. Con la que evitarías en la medida de lo posible hacer un plan a solas. Y viceversa.  ¿Qué cosas, eh? Venga, que ya se te está ocurriendo alguien. Que te lo veo en la cara, muhé.

 

  • Ella no te desea una diarrea crónica ni hace conjuros para que te quedes calva, pero siente un perverso placer cuando engordas, te salen granos, fracasas en un proyecto laboral o discutes con una amiga. Pone carita de pena y voz de oioioioiii , pero como la Malamiga es, por definición, poco sutil….  se lo notas, de vellón.               Se alegra tía, SE A-LE-GRA.
  • Tranquila, no se tirará a tu novio, probablemente ni siquiera le perree; pero estará rozando siempre el límite de hacerse la cuquimoni-morritossexy con él. ¿Acaso le interesa? Que va, solo es esa oscura necesidad de demostrar/se/te que si quisiera…podría hacerlo. Porque es la mejor, no lo olvides. Y tú no eres la mejor. Y ella sí. Y tú no. Y ella SI. ¿Lo vas pillando, no?

                                                                   seducción1

  • A pesar de tener un ego muy bien alimentado y estar segura de que es la bella bellísima del panorama nacional, no le gusta ni siquiera la lejana posibilidad de que puedas hacerle sombra. Lo de “menos es más” no va con ella. Tiene que ser siempre la más admirada, la que tiene más «me gusta», la más bronceada, los tacones más altos, el vestido más corto, las carnes más prietas… la más.

                                                                         raven la más

  • Dice habitualmente que te quiere y que te echa de menos, pero sabes perfectamente que en esa frase el sujeto y el complemento directo deberían intercambiarse. Lo que quiere en realidad es que TÚ le quieras, le eches de menos y le demuestres continuamente tu adoración y aprecio.¿Injusto? ¡Joder, nadie dijo que ser el centro del universo fuera fácil!
  • Salvo cuando la envidia desborda su bonita cabeza y no puede evitar que se le vea el plumerazo, habitualmente nunca te critica ni te cuestiona a la cara.  Todo lo contrario.                                                                                             Pero ay , querida, no te has marchado ni hace dos minutos que ya deberían estar pitándote los oídos cual sirena de feria. Con más o menos disimulo, pero no perderá la oportunidad de malmeter e introducir mezquinos comentarios sobre tu persona. Sobre lo que has hecho, dicho, dejado de hacer y llevado puesto. Puede que incluso saque a relucir trapos sucios del pasado. No lo dudes.
  • Y por último, aunque haya más criterios definitorios para esta subespecie, probablemente este si sea el más exasperante:                                                                                                                                                                                  Lo siento cielo, pero es más que probable que la Malamiga, igual que tu celulitis, vaya a permanecer contigo aunque tú no quieras.  ¿Por qué? Porque nuestra pequeña está en tu grupo de amigas. Porque les cae bien. Porque lleva con vosotras, si no desde el inicio del grupo, casi casi. Porque has estado a todos sus cumpleaños, irás a su boda y arrullarás a sus bebés. Porque, en teoría, ES tu amiga. Tu malamiga. Por siempre y hasta que la muerte (o un empotrador novio cubano con el que te instales en la Habana) os separe.

soy buena amiga

 

¿Consejos? ¿Moraleja? ¿Receta mágica, ultrainfalible y sin azúcar?

A día de hoy solo se me ocurren tres opciones:

  1. Secuestro del especímen con posterior administración de una droga amnésica y envío por paquete-express a un país muy muy lejano. Una forma costosa pero efectiva de quitaros su oscura presencia de encima.
  2. Retorcido y progresivo proceso de difamación y manipulación hasta que todas tus amigas acaben odiándola y deseando su evaporación. ……………………………………..mmmm en primer lugar, no es pa tanto, eres un alma generosa, tientas al karma y te sentirías mal,  y en segundo lugar…¿no hemos quedado en que ese es uno de los rasgos que más te molesta en ella? Descartado, sádico punto b.
  3. Elaborado cóctel de diplomacia y paciencia, que requiere entrenamiento de años y que no siempre funciona.

De momento no he conseguido capital suficiente para llevar a cabo la primera opción (y, lo reconozco, soy una absoluta cagada para la actividad criminal) así que yo voy tirando con la tercera. A días mejor…y a días cagándomeensuestampa  peor.

 ¿Y qué pasas con vosotras? ¿Os resulta familiar este rol petit-malévolo? ¿Habéis encontrado algún repelente antimosquitos que funcione con él? ¿Soy tonta del haba y estas cosas solo me suceden a mí?¡ Saciad mi sed de respuestas, cachorras!