Mi ex y yo podemos hablar de nuestras historias, sobre todo él que está buscando el amor. Me cuenta sus ligues, sus aventuras, sus rayaduras de cabeza, aunque a veces es bastante reticente a darme nombres o entrar en detalles, pensará que soy una cotilla sin ser yo nada de eso. Yo le hago de consejera, le doy mi opinión y sí, a priori puede parecer algo raro hablar con tu ex de la chica que le gusta y de cómo conquistarla pero yo lo veo como un amigo y no me importa. De hecho a veces lo miro y pienso en qué se me cruzaría por la cabeza para que estuvieramos juntos, fíjate tú.
Obviamente de vez en cuando sale a relucir nuestra relación, e increíblemente él reconoce que no puso toda la carne en el asador y que ahora se esfuerza más cuando conoce a una chica que le gusta. Que sí, que te da coraje, pero la verdad es que como le tengo cariño no me importa demasiado. Si pudo aprender algo de ti, es algo gratificante, ¿no?
Desde aquí os animo a ser amigas de un ex porque una cosa es que esa persona no te valga como pareja y otra que finjas que no la conoces.
Podríamos decir que es una manera de «reciclar» a tu ex y que oye si no podéis ser pareja o amantes tampoco hay que desterrarlo totalmente, se supone que si lo quisiste es que algo bueno tendrá ¿No?