Otra soñadora más. Una de muchas, de tantas, de cuantas.
Otra mariposa en el montón, revoloteando en medio de los campos plagados de flores. Una mota, insignificante, innecesaria. Una chica más con esperanza de hacer algo para mejorar la vida de los que la rodean.

Cariño, tú que me lees, eres más que eso.
¿Te han instado alguna vez a que eches tus sueños por la borda? Estoy segura de que sí.
¿Te han pedido que te conformes? ¿Que dejes de intentarlo de una vez? ¿Han utilizado tu cuerpo, tu género, tu identidad de género o tu orientación como excusa?

No saben lo que han hecho. Porque dentro de ti, hay una fiera lista para la guerra. Eres fuerte, eres capaz y estas aquí para arrasar con todo lo que se te ponga por delante.
Tus sueños son más que fantasías, si estas dispuesta a luchar por ellos.

¿Quieres un blog? Siéntate frente a la pantalla y teclea, expresa lo que piensas. ¿Quieres convertirte en una empresaria autónoma? Oriéntate, haz conexiones, muévete, busca alternativas, acepta todo menos un NO. ¿Quieres convertirte en la jefa de tus jefes? Busca maneras de hacer lo que ellos hacen, pero mejor. Demuestra tu eficiencia. Busca la mejor versión de ti misma.

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Se quien eres, date valor. Porque si tú no lo haces, nadie lo hará por ti.

La mayor parte de la sociedad continúa pensando que todo lo que anhela se halla demasiado lejos de su alcance. No se dan cuenta de que el poder de sus sueños y del empeño que ponen en alcanzarlos puede (en todos los sentidos) transformar el mundo.

Pero tú, hoy, sabes más de lo que sabías ayer.

A lo mejor tu sueño es convertirte en maquilladora profesional. A lo mejor es hacer que tu sobrino recién nacido tenga la mejor tía del mundo. Quizás, es ir a Harvard. O llegar a la cúspide profesional de tu carrera.

O llegar a fin de mes y tener con que pagar la renta. Ningún sueño es pequeño.

¿Con que sueñas tú, hoy? ¿Cómo quieres impactar tu mundo? ¿A quién deseas ayudar?
Recuerda que tu mayor competencia eres tú misma, y que tus sueños no dependen de nadie, más que de ti. No te dejes amilanar por tus circunstancias, ni por los que se oponen a tu éxito.
Así como eres, con curvas hermosas, con la cara preciosa que ves todos los días en el espejo, con ese tipazo de sirena que irradia hermosura, puedes alcanzar lo que te propones, sea lo que sea.
Sal ahí fuera y comete el mundo. Nadie dice que será fácil: sólo sigue intentándolo.
Y recuerda: ningún sueño es pequeño.