Poneros en situación, tienes un día de esos de MIERDA así bien algo y con mayúsculas, esos días que no le encuentras sentido a la vida, que estás con el ánimo o la autoestima ( o todo junto) por los suelos, e inocente de ti quedas con alguien (amigo, familiar, confidente…) para contarle un poco ese sentimiento de mierda que te invade por todo tu ser, y la otra persona ni corta ni perezosa te suelta un “pero no te sientas así/no estés triste”

Y claro ahí te quedas tú con tu cara de estúpida que entra ganas de decir “Oh!! Vaya muchísimas gracias, sabes si no me lo llegas a decir tú probablemente no habría caído, gracias o todopoderosa llena de sabiduría y conocimientoModo sarcasmo bien a tope.

Este tipo de comentarios lejos de reconfortarnos de alguna manera, lo que hacen muchas veces en hacernos sentir peor, pero ¿te has planteado por qué pasa esto?

Muchas veces volcamos nuestra frustración en la persona que nos ha dado ese consejo (si vale es un consejo de mierda y todos estamos de acuerdo) pero en ocasiones hay que entender que no siempre vienen desde la mala fe.

Si es cierto, que muchas veces nos rodean personas que realmente poco o nada les importa nuestro problema o lo que le estemos contando, y por eso recurren a esas frases para callarnos y ya está, pero no todo el mundo es así, y ahora os explico el por qué.

La cara de la otra persona en plan «me importa una mierda»

No podemos negar que vivimos en el maldito mundo de Mr. Wonderful donde todo es chachi y felicidad, y no queda espacio para sentimientos de mierda, de tristeza, desilusión, etc. Porque tu puedes con todo y más ¿No? Pues siento decirte que no, no siempre se puede con todo, no siempre vas a estar feliz, y para sorpresa de muchos y muchas NO PASA NADA.

Un claro ejemplo

Pero volvemos al consejo de mierder de nuestro confidente en cuestión, vivimos en una sociedad que no tolera la tristeza ni las emociones “negativas” y si tú te encuentras en esa situación, tu amiga o amigo lo único que quiere es hacerte sentir mejor, si es verdad que como tampoco nos enseñan cómo y de qué manera hay que gestionar nuestras emociones pues la gente lo hace sinceramente como buenamente puede.

Porque para empezar, si nos desborda nuestra propia tristeza o inestabilidad emocional, la de los demás ni te cuento, por eso la gente cuando ve a otra mal entra un poco en crisis y lo único que quiere es que esté bien a toda costa.

Tenemos que empezar a darnos permisos a nosotros mismos, y a los demás si es necesario y nos lo están pidiendo para que se sientan como se sienten en ese momento. Esto es un proceso que uso mucho en consulta, cuando alguien viene con algún problema lo que se espera es que le diga, “no te preocupes todo va a ir bien”, y claro que se lo puedes decir, pero primero de todo les aviso,mira en este momento y por estas circunstancias de la vida te vas a sentir así de mal” y ¡No pasa nada!

Porque cuando no dejamos sentir a las personas, o no expresarlo como realmente lo necesitan es cuando vienen los problemas, nos pensamos que por estar triste unos días podemos caer en una depresión y tocar fondo, nada más lejos de la realidad.

Pasar por esas emociones cuando toque, es sinónimo de salud mental y si por lo que sea sientes que esos sentimientos se te desbordan o que pueden contigo, no tengas miedo de acudir a un profesional de la psicología, que te ayudara a poner un poco de orden en tus pensamientos y emociones.

 

Por eso amigas mías, si tenéis días malos (algo que a todos nos va a pasar en la vida) dejaros sentir y gestionar esas emociones, porque también son necesarias. Estas emociones nos ayudan a valorar más los momentos buenos, ya que si la felicidad fuese constante entraría dentro de lo normal y no lo disfrutaríamos de la misma forma.

Y si alguien que está mal, necesita desahogarse contigo, escúchale, no tengas miedo de sus emociones, no se va a deprimir por contarte que está mal, deja que lo eche todo, se su acompañante en ese momento y permítele sentirse así en ese momento y cuando vaya tomando otra perspectiva es cuando podéis distraer a la persona, intentar que disfrute de las cosas que más le gusta.

 

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología  y Terapia de pareja  correo: [email protected]

instagram: @aidavallesconsulta_