«Deberías peinarte, que menudos pelos llevas»

«Oye, para la boda te vas a alisar el pelo, ¿no?»

«Eres una valiente por llevar el pelo siempre tan natural»

Si has escuchado estas o algunas frases similares, mi querida amichi, eso quiere decir que tienes tu cabeza llena de preciosos rizos naturales.

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A pesar de que últimamente están muy de moda, a pesar de que las chicas con el pelo liso intentan imitarlos, a pesar de que molan miles de millones, los rizos siguen siendo un tema tabú para las que los traemos de fábrica. La gente sigue pensando que vamos despeinadas y que nuestro pelo natural no es digno para lucirse tal cual es. Si te arreglas y te pones mona, se da por hecho que te lo tienes que alisar u ondular con tenacillas (¿qué sentido tiene esto último?) y llevarlo totalmente natural, con su volumen y sus rizos, es para muchos un símbolo de valentía.

Pero, me pregunto yo: ¿qué coño tienen de malo mis rizos?

La gente los envidia, me dicen que ojalá tuviesen mi pelo; Beyoncé es una reina y Mérida la princesa favorita de muchos; cada vez son más y más los productos que se sacan de la manga para crear unos rizos artificiales y la gente se gasta dinerales en permanentes, tenacillas y horas y horas de peluquería para conseguir rizar un pelo liso. Y aún así, ¿cuántas famosas van a eventos de postín con rizos naturales? ¿Por qué yo me tengo que hacer unos rizos artificiales en el pelo con tenacillas o rulos para que parezca que voy «más arreglada»? ¿Qué tienen de malo mis rizos al natural, tal y como mi madre se los dio a mi cabecita?

Odiamos nuestro pelo «imperfecto» desde que nacemos hasta que alguien nos enseña los trucos para tenerlo precioso y aprendemos que lo diferente también puede ser molón y chachi. Y cuando llegamos a ese punto de amor por nuestro pelo natural, alguien nos dice que para estar arregladas y decentes, tenemos que eliminarlos sustituyéndolos por un alisado o por unas ondas artificiales. Me encuentro constantemente tutoriales de chicas de pelo rizado que nos enseñan como alisarlo perfectamente, o como hacerte unas ondas «perfectas» a base de planchazo y laca; hay miles de productos que te ponen «adiós al encrespamiento» al lado de una foto de una chica de pelo rizado, con la correspondiente solución en un pelo perfectamente liso.

¿Cómo me debo tomar yo estas cosas? ¿Es acaso mi pelo un error?

No, queridos míos, mi pelo es maravilloso al natural. Y punto. Y el tuyo también, y el de todas y todos. Estoy harta de esconder mis rizos tras un golpe de plancha, así que a partir de hoy propongo que el único calor que se lleven los rizos de mi cabeza sea el del difusor para realzarlos aún más. Hoy propongo ir a bodas, graduaciones y eventos importantes con los rizos y la cabeza bien altos; propongo no permitir que la gente nos diga que somos unos valientes por ir naturales, porque ir naturales no debería ser una revolución, sino nuestro día a día.

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