*Nota post-publicación: ALERTA, SARCASMO: por posibles malestares que pudiera generar cualquier tópico o exageración,  aviso que se trata de una parodia de MI vida y MIS experiencias sin que exista  maldad  de por medio. Dicho esto, os dejo con el artículo.

Tener un amigo friki es un acto de amor que requiere mucho esfuerzo, porque pueden llegar a ser muy secos e incluso crueles, y tan lógicos que  tu mente se colapsa… pero muy pronto te das cuenta de que son así, que simplemente no ven las cosas de la misma forma que tú (a veces ni las ven venir). Eso sí, antes de adoptar un friki, deberías saber que tener a uno como amigo implica:

  • Que te incluya en su grupo de amigos (también frikis) en el cual eres la única chica, la única de letras y la única que no entiende ni una palabra de lo que dicen, lo que te lleva a sonreír tanto y tan forzada que acabas o dando miedo o pareciendo una sueca de Erasmus que no sabe español.
sonrisa
Erm, sí claro, lo que tú digas
  • No entender sus bromas, pero ni una. Te las explica, las pillas…sigues sin esbozar una triste sonrisa, pasa una planta rodadora, se oye toser a alguien…ya te ha explicado el chiste cinco veces porque piensa que no lo has pillado; no imagina que, lo que en realidad ocurre es que no le encuentras ni la más mínima gracia…Pero finalmente te apiadas de él, cuando ves que su gesto comienza a entristecerse, finges como nunca antes habías fingido…y te ríes y le haces creer que, efectivamente, no habías entendido la broma.

 

  • Que no entiendan tus bromas:

    ¿De qué habláis?

    Del Kindle

    Y eso qué es?

    Un libro electrónico de Amazon

    ¡Ah! Eso es un Kindle sorpresa! ¡Patapam CHUM!

 

  • Que a la hora de regalar rara vez aciertan. Aunque comentes lo que te haría ilusión… te regalará algo que creía mejor para ti…pero en realidad no.  De nuevo finges ¡ooooh, qué bonito, cómo he podido sobrevivir sin…sin…! Perdona ¿qué es?

 

WTF
WTF
  • En más de una ocasión desearás llevar una botella de vino para ahogar la frustración de oír historias que no sólo no te interesan sino que, además, eres incapaz de retener en tu cerebro.

 

  • Llegará el día en que descubra que finges muchas de las emociones que muestras para no herir sus sentimientos y que, además se entere de que le llamas friki y te preguntará que a qué te refieres con eso. Y tú, con una sonrisa tierna y maternal, le contestarás:

    ¿Qué es ser friki?

    Dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul

    ¿Qué es ser friki?

    Friki… eres tú.

Pero, a pesar de TODO eso, a pesar de las frustraciones propias de dos personas que no se parecen en nada…merece la pena. Ellos, los frikis, que son una especie de cyborgs que se pasan horas y horas programando que apenas se relacionan con humanos, finalmente alzan la vista por encima de la pantalla y se dan cuenta de que hay vida más allá de los ordenadores. Precisamente como es un mundo desconocido para ellos, se esfuerzan por aprender y se convierten en esos amigos que nunca creíste encontrar en ellos, esa especie en extinción que, lo quieras o no, te van a cubrir el culo siempre. Con el paso del tiempo (unos cinco años más tarde) te darás cuenta de que no puedes vivir sin su amistad y notarás cómo las ganas de tirarle a la cabeza sus lógicas y sus códigos binarios desaparecen progresivamente, además tendrás quien te arregle gratis el ordenador.

Ya sabes, un friki  estará a tu lado siempre –a no ser que haya quedado para jugar a no sé qué videojuego de matar- así que no le des la espalda… él no lo haría.