Desde hace mucho tiempo llevo avergonzándome y atormentándome de un secreto que hizo mi adolescencia en algunos momentos muy dura, por eso contando mi experiencia, en este artículo quiero reconciliarme con esa parte de mi misma, y también ayudar a chicas que han pasado o que están pasando, por lo mismo que yo pasé.

Empezare confesando que desde los 15 a los 17 sufrí una de las formas más crueles de gordofobia, que se pueden sufrir; un trastorno alimenticio, concretamente bulimia,  sé que muchxs de vosotrxs me vais a juzgar por lo que cuente, en esa etapa mi cabeza no paraba de  martillearse con pensamientos tóxicos todo el rato, veía a personas obesas por la calle y no podía evitar pensar :”vas a acabar así”, “tú estás parecida” o “son realmente desgraciadas por tener un cuerpo así”

Me miraba en el espejo y no podía  parar de llorar porque me odiaba y no soportaba lo gorda que me veía, creía que por mucho que me esforzara nunca sería lo suficiente para algo o alguien; Lo que hacía que siempre acabara comiendo sin control para luego introducir mis dedos en la campanilla y ahogar la frustración que me creaban esos pensamientos en vómitos.

Había días en los que me daba cuenta de que estaba enferma, pero otros me animaba a seguir destruyéndome  a mí misma, hasta que un día no pude más. Me di cuenta que la única forma de salir del bucle en el que estaba atrapada era rompiéndolo, así que decidí ir al psicólogo y más adelante cuando estaba en tratamiento se  lo conté a mi seres queridos y pude superar el miedo y la vergüenza que me daba contárselo. Lejos de juzgarme ellos me apoyaron un montón y gracias a ellos pude superar mi problema construyendo una autoestima más alta .

A pesar de mi poca experiencia, a mis 18 años de edad me he dado cuenta de muchas cosas . Desde que nacemos la sociedad nos bombardea constantemente con anuncios  de modelos perfectxs que nos llevan a sentir insatisfacción con nosotros mismos y nos transmiten el mensaje de nunca serás lo suficientemente guapx, inteligentxl, delgadx  o lo que sea para algo o alguien y que así es como la industria hace negocio con nuestros complejos e inseguridades, a costa de hacernos infelices a la mayoría de la población. Y no solo eso, cuando por ejemplo algunx famosx  engorda, las revistas siempre se lanzan a atacarle llamándolx gordx o infinidad de motes que hacen alusión a su peso, cuando el susodicho mantiene en la mayoría de los casos un peso saludable, de esta forma convertimos la palabra gordx en un concepto subjetivo en algo ambiguo cualquier persona puede ser llamada gordx y estar gordx es lo peor que te puede pasar, cuando en realidad, no es malo ser gordo sino sentirse gordo. Me explico; teniendo un peso saludable (mido 1’70 y nunca he pesado más de 70kg) he llegado a sentirme realmente insatisfecha con mi imagen, distorsionaba mi cuerpo hasta verme obesa y también vivía con el miedo constante a engordar, pero ahora grito a los cuatro que la palabra gordx no es un insulto, solo describe tu aspecto físico, que ya no tengo miedo a estar gorda o a engordar. Me quiero y me respeto a mí misma y que por mucho que nos quiera hacer creer esta sociedad de mierda me gusta mi cuerpo amo cada una de mis curvas y mi celulitis, he dejado de perseguir un cuerpo imaginario y le pese a quien le pese; ¡¡¡¡ voy a vivir!!!

 

Panoav