Diciembre avanza a toda pastilla, y antes de que nos demos cuenta estaremos poniendo a enfriar bebidas, sirviendo platos y embutiéndonos en modelitos imposibles para despedir 2016 por todo lo alto y recibir a 2017 con la ilusión e incertidumbre que conlleva no saber que nuevos tropezones nos vamos a encontrar durante los próximos 365 días.

Como sé que no soy la única persona previsora del mundo, fijo que sois much@s los que ya tenéis preparada vuestra lista de propósitos para Año Nuevo. Esas maravillosas intenciones que mantienes guardadas en tu memoria mientras intentas no atragantarte con las uvas, con la seguridad de que este año sí que sí, vas a cumplirlos todos.

Porque seamos sinceros, las idas de olla que apuntaste en 2015 se han ido quedando por el camino, y con poco menos de un mes por delante, los milagros, ya no se dan ni en Lourdes.

No obstante, y como estamos en época de milagros y dulces… desde Loversize tenemos una especie de pequeña solución para los que se agobian no teniendo propósitos navideños: los que se pueden cumplir en 24 horas.

Por supuesto, vamos a dejar de lado los manidos y típicos, ya sea por falta de tiempo, de motivación sincera y de objetividad. Ahora no vas a aprender inglés, ni vas a meterte en los vaqueros con los que fuiste el último día al instituto. Ya no vas a dejar de fumar, y matricularte en el gimnasio a días de despedir el año es una bobada.

Entonces… ¿qué propósitos puedes hacer? ¿Qué aspectos puedes cumplir, para sentirse satisfecho contigo mismo y tomarte el champán a las doce de la noche con la certeza inequívoca de que has logrado tu éxito?

Ideas varias de fácil cumplimiento:

Propósito 1: cena de verdad, no de postureo

Esto puede parecer una chorrada, pero recuerdo que mi abuela materna ponía siempre tortilla española y croquetas. Ahora la cena la hacen mis padres, ¡pero la mantenemos en el menú! ¿Tienen el mismo glamour que los aguacates marinados con extracto de rúcula? Ni falta que les hace. Se va uno a la cama con el estómago lleno, habiendo comido algo que le gusta a todo el mundo y siempre es un éxito. Tiene el plus de que absorbe el alcohol maravillosamente y da igual el filtro de Instagram que le pongas, una croqueta SIEMPRE sale favorecida.

Muy top la tortilla de papas para decir goodbye al old year. Fácil. Rápido. Barato. Rico.

Propósito 2: Ir mona pero con capacidad de movimiento

Está muy chuli pillarte el corsé plateado y la cola de sirena atada con cordel a la espalda. Esas botazas a lo Julia Roberts pilingui lo molan todo y valen cada euro. Las uñas de porcelana, las extensiones y el cuidadísimo maquillaje son lo más, peero… ¿y si vamos monas, pero cómodas? A la hora de salir todo está permitido, pero para estar en casa con la familia, mejor un conjunto con el que puedas sentarte, moverte y.. ¡comer, coño! que para eso vas a currarte la cena. Lo mínimo es que puedas disfrutar la noche, darte un meneo si se tercia o pimplar agusto.

Aceptamos incluso las zapatillas peludas en determinados ratitos.

Que no, que no me des polvorones, que se me saltan las costuras

Propósito 3: No busques la perfección, ¿pa’ qué?

Igual que un cumpleaños no es tal hasta que el primer vaso de refresco no empapa la mesa, moja los ganchitos y cae al suelo dejando una mancha pegajosa que durará días, ninguna fiesta de Fin de Año que se precie lo será hasta que se rompa una copa o el turrón blando se espachurre bajo un tacón. No pasa nada (repite. Inspira. Expira.) siendo el último día del año, teniendo a todo el mundo reunido, es inevitable que las cosas salgan mal. Faltará comida, se te quemará algo, se romperán servilletas, el tapón del champán le dará a la sosaina de tu cuñada en la cara… minucias. Tú concéntrate en localizar tus uvas (y que el cuñado no se las empiece a comer antes de hora), en desconectar, en divertirte y en tener la copa llena siempre.

Don Limpio estará ahí el día 1, sin falta.

Ni la Presley tiene esta mesa en realidad. Son solo fotos. Ninguna cena auténtica es así. ¡Y me falta la tortilla!

En definitiva, amichis, Nochevieja llega una sola vez al año, así que no te frustres ni te agobies intentando conseguir lo imposible. Será mucho más gratificante intentar hacerte con alguno de estos propósitos, para los que solo necesitarás un día, esfuerzo moderado, y sobre todo, ganas de divertirte.

Todo lo demás, ¡para el año que viene! ¿Se te ocurre alguno más para esta lista? ¡¡Feliz Navidad!!