Soy mujer a un pasito de los 30 con muchas experiencias y vivencias a mis espaldas: lugares, romances, aprendizajes, amistades, estrías, celulitis y cicatrices. Y las que me quedan.
Escribo esto porque estoy harta, cansada de odiar mi cuerpo, mis marcas y mis señales. Y más cansada de no ser la única que le sucede. Vivimos en un constante estado de excesiva importancia física que nos lleva a no ser felices. Luchamos contra la vida con cremas y mejunjes para arrugas, estrías, celulitis, acné…
Señores, vamos a llegar increíblemente bellos a la tumba, pero nos habremos perdido disfrutar el camino hasta allí.
Sé muy bien de lo que hablo, desde que tengo conciencia he estado en conflicto con mi cuerpo, me he tratado peor que a nadie y a decir verdad, aún sigo haciéndolo. Cada día es una batalla que vencer contra inseguridades y alcanzando el amor propio, ese que tanto nos cuesta tener a mucha gente, ese que los estereotipos sociales se encargan de debilitar enseñando que es lo bello, lo deseado y a que todos pasemos por su aro, consumamos sus productos y nos sigamos sintiendo pequeñitos no vaya a ser que empecemos a ser felices AHORA y dejemos de vivir con miedo del mañana.
No interesa una sociedad segura de sí misma, de ser así sería más difícil de domesticar. Si dedicásemos a otras cosas todas las horas que pasamos preocupándonos sobre nuestros cuerpos y complejos y ese dinero lo destinásemos a otros fines, otro mundo sería posible.
Si todas las personas del mundo nos despertásemos un día felices con nuestros cuerpos, millones de negocios se irían a la ruina.
Suena a complot, y en realidad estoy hablando de simples estrías, o eso parece. Una de sus definiciones son : antiestéticas marcas en la piel fruto de estiramientos excesivos de la epidermis y dermis. ¿Quién y por qué dice que son ANTIESTÉTICAS? No suponen ningún riesgo para la salud, son habituales en el embarazo o cambios de peso y no tienen ningún tipo de repercusión física más allá de la simple marca. Entonces, ¿por qué hay una industria entera dedicada a evitarla con cremas o a repararlas con láser?
Al igual que la celulitis y las arrugas, no suponen ningún peligro y son simple y llanamente el efecto del paso del tiempo en diferentes cuerpos. Hay personas con arrugas a los 25 y  sin estrías ni celulitis, hay personas con estrías desde la pubertad (tienen un componente hormonal importante) y celulitis, pero sin apenas arrugas hasta los 50, hay gente con todo y hay gente sin nada.
El problema es haber convertido este paso del tiempo en algo antiestético que hay que evitar. Se busca que a los 50 parezca que tengas 40, que no se note nada que has tenido hijos ,o que has subido o bajado de peso, ni que eres calvo o velludo. No importa si así borramos las huellas de nuestro pasado, del camino que nos ha llevado a ser quienes somos, porque lo que interesa es entrar dentro de los cánones sociales.
Cada cuerpo es diferente, cada cuerpo responde de modo diferente a la VIDA. Es imposible mantenerse estático, estar vivo implica cambio y esos cambios van a ocurrir, queramos o no.
Soy veterinaria y no conozco ningún animal que se acompleje de sus kilos, de sus cicatrices, de sus muestras del paso del tiempo. Pero claro, ellos nos llevan una ventaja muy grande,viven el PRESENTE y lo disfrutan, porque quizá el mañana nunca llegue. Ser feliz y vencer nuestros complejos se trata simplemente de aprender a RESPETARNOS y a VALORAR la increíble suerte que tenemos de estar vivos, sea con el cuerpo que sea.
Cuanto antes consigamos aprenderlo, antes disfrutaremos el presente. Saquemos el animal que llevamos dentro.

Lucía Garrido