Querida amiga:

Ojalá pudiera prometerte que siempre te van a querer bien. Que sólo encontrarás en tu camino a gente que se quiera quedar, que apueste por ti. Me encantaría decirte que no vas a llorar por ningún tío porque todos sabrán ver lo jodidamente bonita que eres cuando simplemente eso, eres.

Con tus subidas, con tus bajadas, con tus momentos de comerte el mundo y con esos en los que el mundo te come a ti. Que no eres perfecta ni quieres serlo, pero sientes, a pecho descubierto, cómo sólo lo saben hacer los valientes y tú de eso sabes un rato.

Porque te has caído cien veces y te has levanto ciento una. Porque le has ganado la guerra al miedo, te has follado a la desidia y has enamorado al mañana. Porque a pesar de haber conocido la derrota no conoces la rendición. Porque apuestas, porque arriesgas, y porque aunque pierdas, siempre intentas y eso es el mayor éxito que puedas cosechar.

Y ojalá se vuelvan ciegos todos los ojos que no te sepan mirar, ojalá se mueran en los labios todos los besos que disparan a quemarropa promesas que saben que no se cumplirán y ojalá te vuelvas invencible, imparable e indestructible. Ojalá vueles tan  tan alto que veas como hormiguitas a todos aquellos que un día te dijeron que no podrías levantar tus pies del suelo.

Y te quieras, mucho. Cuando ríes, cuando lloras, cuando bailas en bragas en mitad del salón, cuando te preocupan esos dos o treinta – da igual- kilos de más. Cuando él no te escribe y sucumbes a llamarle, cuando te escribe pero tú sólo sientes culpabilidad por no sentir nada más. Cuando intentas complacer a todos pero te olvidas de ti misma, cuando te escupen en la cara que eres una egoísta porque has tenido la osadía de respetarte.

Ojalá- y sólo entonces- te veas como lo hago yo. Preciosa, imperfecta, humana.

@pau_aranda21