Soy mujer.

Una mujer dulce y valiente,

de grandes ojos, grandes gafas,

grande… todo

y te incomodo

porque si te acercas te das cuenta

de que de cerca no mejoro.

 

Llevo los rizos despeinados,

las ojeras sin tapar,

tengo tres o cuatro granos,

y las manos

sin cuidar.

Uñas despintadas,

color carne natural,

alguna más larga que otra

porque a veces las muerdo

mientras recuerdo…

lo que se me acaba de olvidar.

 

Despistada

y no delicada,

más bien consistente

e inteligente

a veces mi lógica desmonta

pero es más fácil hacerse la tonta.

 

Indecente tampoco soy,

por ejemplo al hablar de mis tetas

una es más grande que la otra

y solo te quieren si la respetas.

 

En mis brazos tengo estrías,

soy musculosa… pero al contrario

y si es necesario

te contaré que el sol

hace mis brazos de dos colores

y que entre eso y los sudores

en verano el Tinder lo tengo de adorno.

 

Y mi contorno… mi contorno no es de pera,

ni de manzana,

mi contorno es de humana.

De humana que le gusta comer.

Porque no sé si os habréis fijado,

pero mi vientre… plano no es.

 

Puedes perderte entre mis pliegues

y si quieres

contar mis cicatrices

algunas se ven y otras, más escondidas,

son de recuerdos no muy felices.

 

Mi regla a veces me duele

y siempre mancha.

Mi culo es grande, pero no redondo,

más bien un poco plancha,

pero ey! cuidado que engancha!

 

Mis cuádriceps femorales,

grandes y redondeados,

me permiten ser selectiva

con las sillas que escojo.

Porque ¡ojo!

No a todos nos gustan los reposabrazos.

 

Mis piernas suelen tener pelos,

tengo celulitis y piel de naranja.

A veces hago temblar el suelo

y ni con celo

mis tetas se aguantan.

 

Llevo toda mi vida diciendo que la belleza está en el interior.

Ahora tú, como espectadora,

como espectador,

pregúntate:

¿No será que hay muchas formas

de ser guapa externamente?

¿No será que todo suma?

Porque mi cuerpo de goma espuma

está relleno de buenas conversaciones.

 

Y el interior es bueno,

pero es que también lo es el envoltorio.

Y aunque que lo diga una gorda te parezca contradictorio,

la belleza no está en el interior,

así que rompamos el mito de la gordita buena y el bajito simpático,

porque es matemático:

La belleza está en los ojos de quién la mira.

 

Y tendrás tus opiniones, pero…

Soy sensible, soy curiosa,

soy rebelde y soy hermosa

y me siento orgullosa.

 

Así que si me quieres, quiéreme así.

Neus HK

También tengo el poema en vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=Dq6W8z3jTRo&feature=youtu.be